sábado, julio 30, 2005

Tokio 3: Comprando como niños

El martes era el día del concierto, y Nacho y Olvido tenían que irse pronto a la prueba de sonido. Desayunamos y decidimos pasearnos hasta Omote-sando, la Killer Street, como le llaman allí, donde están todas las tiendas de súpermarcas, y está bastante cerca del hotel.

De camino entramos en una tienda de juguetes enorme, que se llama Kiddy Play. Nacho y JC ya estuvieron otro día, y nos prepararon. Pero cuando entramos, nos volvimos locos. Empezamos a arramblar con muñequitos para colgar de los móviles- allí todo el mundo cuelga cosas de los móviles- y a analizar los personajes más de moda allí. Mis favoritos son dos seres que se llaman You Win, You Lose. You Win es rosa y se ríe, y You Lose es su hermano gemelo, pero es negro y está triste. Me compré muñequitos, claro. También es muy famoso el señor nabo ( lo juro), que es un nabo con cara y bracitos, que hace cosas tradicionales japonesas, como comer sushi, o abanicarse. En Japón puedes ir con un abanicándote por la calle sin parecer una mariconzuela.

Las tiendas de juguetes son muy extrañas, porque muchos conceptos infantiles de allí nos resultaban muy extraños. Les encantan los muñecos disfrazados de otros muñecos, como perros disfrazados de dinosaurios. Por supuesto, Hello Kitty es la reina ( Olvido dice que dentro de 5000 años los arqueólogos considerarán a Hello Kitty la deidad contemporánea más importante, por el número de iconos en las excavaciones), pero en cambio allí las Súper Nenas están olvidadas, relegadas a un rincón de una planta. Estuve a punto de comprarme un peluche gigante de una de ellas, con la cabeza del tamaño de dos sandías, que te podías colgar del cuello, y ponérmelo para el Plan Travesti.Les encantan los monstruos, y allí siguen siendo súper famosos Lilo & Stitch, y los Gremlins. No olvidan Nightmare Before Christmas, puedes comprar lo que quieras de Miyazaki ( nos compramos colgantes para el móvil del mono Amedio y de Clara súper contenta a pesar de ser inválida) También venden muchas cosas de Playboy, para las niñas ( ¿?), y de música de fondo, Iron Maiden


Después de comprar los artistas se fueron a probar sonido, y las petardas nos quedamos, a ver tiendas. Fuimos a Takeshita dori, una calle peatonal muy estrecha y abarrotada de comercios de ropa, accesorios, zapatillas... como un cruce entre Camden y Carnaby Street. Allí nos dispersamos hasta la hora de comer. Me compré unas zapatillas Converse ( lo que más he comprado han sido zapatillas) porque están a mitad de precio que en España, y tiene modelos chulísmos. Las que me llevé tienen estampada la bandera del Reino Unido, y la goma negra. También me compré una bolsa de mano estilo tote bag, de llevar colgada del hombro. Allí casi nadie lleva bandoleras, todos llevan bolso colgado del hombro. Me encanta porque en realidad no deja de ser como un bolso de playa de señora, peor en moderno. Ah, y unas gafas de sol para cuando no hace sol, pero el resol entre las nubes molesta. La idea es total, de puro tonta, porque en realidad no sirve para nada, pero mucha gente las lleva.
Mario y Juan Pedro se compraron sendas cazadoras de cuero rosa que van a ser la bomba en Madrid. Marta, siempre tan precisa y ordenada, hizo listas de lo que quería, para pasar luego.

Comimos en un restaurante japonés delicioso en una 7 planta. Nos gustó, y otro día repetimos. Digo yo que nos calaron porque la segunda vez pusieron todo el rato música de Bisbal. Allí en todas partes siempre hay música de fondo.
Por la tarde Edu y yo fuimos al ver el parque Yoyogi ( nada que ver con el oso), y dentro, el Templo Imperial de Meiji. Es un contraste brutal salir de esas calles abarrotadas y ultra consumistas, dar dos pasos y adentrarte en un parque gigante donde sólo se oyen cuervos. En Tokio no hay palomas ( según Mario, eso es una condición necesaria para considerarse primer mundo. La otra, es que la gente tenga mucho pómulo), pero sí muchos cuervos. Creo que a Arakis le encantaría.

Tokio 2: El paraíso de las ganguras

Bufffff. Vaya semanita. Aterrizar en Madrid el lunes a las once de la noche, y ponerte a trabajar a las nueve de la mañana del día siguiente no es humano. Y así hasta ayer, viernes. Y en medio desempaqueta, saca regalos para Madrid, vuelve a empaquetar, mete regalos para Barcelona, y el miércoles noche vuelve a la ciudad condal. Y con un jet lag que no me acabo de sacudir; a las siete de la tarde estoy agotado, a las dos de la mañana como una rosa, a las 6.30 de la madrugada develado. Así no ha habido manera de actualizar, ni de descansar de la semana tan intensa que pasamos.

A la ida apenas noté jet lag, porque dormimos en el avión, y cuando llegamos eran las dos de la tarde, hora nipona. Cuando recogimos las maletas y demás nos metieron en un mini autocar muy mono, japonés por fuera y por dentro decorado como una caravana del oeste, con cortinitas y lamparitas de cristalitos. Al principio estábamos desconcertados, porque esperábamos high tech, y sólo veíamos por la carretera campos de arroz y muchísimo verde. Allí el verde es diferente, porque crece mucho en vertical, y parcelado, como merengues verdes. Y con un toque tropical, que se entiende porque nada más salir del aire acondicionado, aquello era una sauna.
Poco a poco la cosa se fue animando, empezaron los rascacielos, pasamos frente a una noria gigante, dejamos atrás Disneyland Tokio ( qué extraño, ver al lado de la carretera el castillo de la Bella Durmiente, y un volcán falso), y cruzamos el que luego sabríamos que se llama Rainbow Bridge, muy parecido al puente sobre la bahía de San Francisco. Aquí ya empezó el gigantismo. Las cabezas iban locas de lado a lado, señalando rascacielos, islotes entre los brazos de mar llenos de edificios, y llevábamos un rato entrando en la maraña de Tokio cuando nos dimos cuenta de que todavía no habíamos tocado la calle: ¡estábamos circulando por autopistas elevadas entre rascacielos!

Llegamos al hotel, en el legendario barrio de Shibuya, y en el vestíbulo nos encontramos con Nacho, JC, Ricardo y Vilma ( ¡mi profesora de yoga! Qué ganas de volver a Madrid para retomar las clases) Subinos a una ducha rápida, tirar las maletas, y salimos a dar una vuelta por Shibuya, paseando por calles atestadas de gente, y girando la cabeza por todo. Nacho y JC nos contaron que ya habían visto gentes modernísimas paseando, un señor con tacones, y una cabalgata de travestis repartiendo publicidad de una peluquería. Junto al hotel están los megaalmacenes PARCO, bastante pijos, y allí que nos tiramos. Las dependientes eran muy educadas, con una pinta muy delicada. Nada más entrar te decían unas palabras muy raras de las que sólo discernías una e final muuy larga. Y cada diez quince segundos las repetían, y mientras nosotros venga a remover la tienda, y empezando las primeras compras compulsivas. Nacho y yo nos moríamos de risa comentando que nosotros igual nos creíamos que nos decían “gracias”, y en realidad lo que nos estaban diciendo era “anda ya mamarracha, lo que te estás comprando que te queda como el culo”, y venga el ataque de risa. Fue una pena cuando descubrimos que en todas las tiendas lo decían, y era un simple “bienvenidos” que repetían regularmente, siempre que iba entrando gente.

Seguimos bajando, y llegamos a un cruce gigante, entre enormes avenidas. Era el centro de Shibuya. En los rascacielos hay pantallas gigantes. Uno, incluso tiene toda la fachada convertida en una pantalla de plasma. Seguro que recuerdas haber visto caminar a un dinosaurio por ella). Los cruces de calles en Tokio son impresionantes, porque cuando se pone verde para los peatones, paran el tráfico de las cuatro bocacalles que confluyen, y cruza TODO el mundo a la vez. Con eso, ves esas imágenes de MILES de japoneses cruzando.

Por allí la oferta era tan tremenda que nos dispersamos. Edu y yo nos metimos en un rascacielos de tiendas ( allí todo está en pisos, o directamente todo el edificio es una tienda) que se llama 109. Es como un Bershka gigantesco. Todas las plantas tiene tiendecitas para niñas adolescentes, donde venden ropa y accesorios a ritmo de música bakala, cada una superando el ruido que mete la vecina. Apenas hay chicos, y parece que sólo contratan dependientes con cinturas de perímetro menor de 20 cm. Es el reino de las ganguras, una tribu urbana que nos ha fascinado. Son niñatas que se quieren parecer a Naomi Campbell ( aunque ahora parecen más un cruce entre Victoria Beckham y Beyoncé). Se ponen súper morenas de UVAs, se tiñen el pelo de marrón, se lo cardan mogollón, se visten con mini minifaldas, siempre taconazo sobre el que apenas se sostienen (¡a muchas les va grande!) y la cara súper hecha. Hace ya cinco años, John Waters le comentó a Olvido que esas niñas eran lo más, y que era imprescindible visitar el 109, su meca.

Después del paseo quedamos todos a cenar...en un italiano. Esos sí, estaba muy rico, y tampoco era tan caro. En los próximos días descubriríamos que Tokio tampoco es tan caro como dicen, y si te gusta la comida japonesa, alimentarte está realmente tirado.

Acabamos de cenar y Topacio, Edu y yo nos fuimos a tomar una copa a Gaspanic, un garito muy publicitado de Shibuya, donde la clientela era una mezcla de ganguras, hiphoperos de palo, japoneses borrachos vestidos de oficina, y turistas

lunes, julio 18, 2005

Tokio 1 : Travesti Airlines: "pero qué pan tan amargo"

Quedamos todos en barajas a la una y media de la tarde, aunque el vuelo salia a la 1 la tarde, aunque el vuelo salia a las 16.20, para tener tiempo de facturar todo tranquilamente, porque eramos mucha gente, como11. Alli ya estabamos bastante nerviosos,。Topacio nos hacia fotos todo el rato, par su reportaje fotografico, y Cancho organizaba todo lo de los billetes. Cuando ya estuvo todo claro,nos fuimos a comer, Olvido se tomo el calmante para el avion, y embarcamos. El despegue desde Madrid ha sido la experienca mas surrealista que he tenido en un avion. primero, que para embarcar recorriamos diez pasos por el finger y nos paraban a todos, luego diez pasos mas, y asi...parecia un via crucis. luego faltaban pasajeros, o sobraban maletas, y las tuvierton que buscar y retirarlas, y asi una hora de retraso. luego el avion empezo a correr por la psta, y seguia, y seguia, y no despegaba, y cogia curvas, y chicanes, y a toda pastilla. yo ya no entendia nada, y hasta Olvido, que estaba ya colocadisima del calmante, abrio un ojo con cara de decir "despega ya, conyo" Al final se elevo, y hasta Amsterdam. En el vuelo Mario, Marta y yo nos dedicamos a picasr a Juan Pedro y yo nos dedicamos a picar a Juan Pedro, a leer el el Hola, y a comprar cervezas.
Cuando llegamos a Amsterdam, con el retraso anterior tuvimos que ir a la carrera por el aeropuerto, y eso que nos encanto, de lo bonito que era. habia muchos casinos,no se por que. Al final llegamos a la puerta de embarque, con unas colas larguisismas de japoneses, pero el avion es tan enorme que nos engullo enseguida. Era la primera vez que volaba en uno de esos de dos pisos, y el finger se dividia en dos al entrar. Juan Pedro, beoda como iba de las cervezas del otro vuelo, salio corriendo para entrar primero, se confundio de puerta del finger, y al pobre azafata nipona, que ve venir a la nancy travesti a la carrera, casi le da un infarto del susto.En el avion ibamos muy bien instalados, porque ocupabamos unas filas completas de la parte de arriba. Nos volvimos lcoos con las teles con juegos de marcianitos, y el tetris, y en cuanto despegamos, nos pusimos todos a jugar. Bueno, Olvido se tomo otra pastillita, y antes de despegar ya estaba dormida, echa un ovillo. Yo me puse la camara de ojo de pajaro, para ver el suelo, y el mapa para saber por donde estabamos a cada momento.Nos toco una azfata con mucha mala leche, que nos ponia mala cara todo el rato por cualquier cosa, y al acabamos llamando la senyorita Retromeyer.La otra azafata era muy dulce. Despues de cenar un menu japones que estaba muy rico ( aunque la retromeyer casi de da dos bofetones por pedir un poco mas de leche), me puse los cascos y me aisle de todo justo para quedarme dormido cuando ya andabamos casi por encima de siberia. De noche no se hizo del todo, pero en esas horas estaba todo en penumbra.
Al cabo de unas horas, todo el mundo se desperto con las ganas de jaleo de una clase de chavalas de colonias. Otra vez als puyas, la gente levantandose, Juan Pedro pegando grititos por todo. Topacio solo repetia "que pan tan amargo, once horas de vuelo, ya me vi todas las peliculas y jugue a todos los juegos". Asi que se tiro (habras notado que los teclados japoneses no tienen acentos, ademas de teclas que aprietas sin querer y empiezasa escribir con kanjis en vez de letras. Asi que esto es un poco confuso e inconexo) entre los asientos, se puso a cantar una cancion japonesa haciendo coreografias, hasta que la retromeyer casi la tira por la ventana, y la sento. Desayunamos, y un par de horitas despues aterrizamos.

Escribo sto sentado en un cafe con internet, antes de ver el museo de arte contemporaneo. Con suerte, tendra cosas de Murakami en exhibicion. Cuando vaya pudiendo, y cuando vuelva a Madrid, ya ire contando, que no quiero que se me olvide nada de este viaje

domingo, julio 17, 2005

Saliendo por la puerta

Estoy de vacaciones! Cortas, pero intensas. Ayer llegué a Madrid desde Barcelona, comí, salí a comprar cuatro chorradas paar el viaje, y quedé a cenar con Edu, Juan y Javi para celebrar su cumple ( el de Javi, que desde entonces no habíamos tenido un rato). Cenamos muy bien, en un restaurante que se llama La Esquina del Real. Y luego no queríamos salir, decidimos que sólo un cosmopolitan en el Jose Alfredo, pero como salimos pedos del vino de la cena, los cosmopolitan se multiplicaron, nos encontramos con B., J. y T., y nos liamos. Del Jose Alfredo al Leki, y de allí a la fiesta del Extraño Vinilo, en Coppelia. Como estoy en el exilio, cuando aparezco por Madrid me lo paso bien enseguida, sobre todo si me voy encontrando a gente. En Coppelia estaba Nico, muy gracioso, y Rúdiguer, y pinchando Elektro, y demás habituales.
Algunas copas más, muchas risas, paseos por las salas, y el que no quería salir s emetía en la cama a las seis. Prevención contra el jet lag, es lo que tiene uno.

Menos mal que tengo la maleta lista. Sólo tengo que decidir qué libros me llevo para el viaje, y eso es un rato. En unas horas, todos en Barajas. En un par más, en Amsterdam, donde espero que no perdamos el enlace, y a Tokio

Qué ganas!!!

miércoles, julio 13, 2005

Dos libros

Llevo dos días peleándome por conseguir una miserable impresora en el trabajo, sede de una pudiente productora. Además, determinados encargos de material se bloquean por contra órdenes cruzadas, o decisiones arbitrarias de mezquinos burócratas.Además estoy aniamndo mi primer plano de la películas, y eso siempre es comoun parto. Además estoy barruntando un problema de egos que puede acabar aflorando, y lo peor es que uno es el mío. Creo que la mejor manera es dejar que se desactive solo. En unas semanas las circunstancias serán diferentes, y (quizá) todo resuelto.Aunque quizá sea todo fruto de los primero estresses de la película...
Si tan sólo pudiera conseguir que todos estos pensamientos desparecieran cuando salgo del trabajo...Así que voy a hablar de temas tangenciales .

Este domingo me voy de vacaciones. Una semana a Tokio, con Fangoria y demás. Ellos van para tocar allí, por eso de los actos paralelos a la exposición universal de Aichi, y ya que están, alargan un poco más, y vacaciones. Los demás, nos hermos ido apuntando sólo por eso: vacaciones. Aunque me muero de curiosidad por ver un concierto de Fangoria con público japonés. Como sean todos como los Polysics, esto va a ser un escándalo. Bueno, también me muero por ver a Topacio Fresh en Asia. Intentaré llevar el diario al día, aunque sea en papel ( me imagino intentando actualizar en un cibercafé de Tokio, usando un teclado con ideogramas), para no olvidarme de nada.

El otro día, en el Mercat de Sant Antoni, me compre una guía de japones de esas que no te explican nada, sólo te dan montones de frases syupuestamente útiles, y hala. Lo que haces cuando te contestan no te lo explican.
De todas maneras sólo me costó cinco euritos, y es una risa. El libro parece editado en los años 50, porque te aprovisona de un montón de palabras inútiles, como el fogonero de una locomotora ( kafu), o callos (Ibukuro no kinomi), que por supuesto, es lo que vas a pedir en el restaurante.
Ojeándolo, te das cuenta de que pasa un poco como en Lost in translation, que para decir algo muy corto en español, usas cincuenta palabras en japones.
Mis frases favoritas son:
Yorosikereba denki wo kesi-masyou ( Si usted quiere podemos apagar la luz)
y
Kono haru ryûkou siteiru moderu wo mitai to omoimasu ( Quiero ver los modelos que se llevan esta primavera)
Una cosa que me encanta del japonés es que, según este manual berlanguiano, el idioma sólo tiene un tiempo verbal para el pasado, y uno sólo para el presente y el futuro. O sea, que no hay futuro. Puesto que la estructura del idioma siempre refleja la estructura de la mente de la gente que lo habla, resulta una cosa muy curiosa

También me estoy leyendo estos días un libro que me está fascinando, aunque no esté de acuerdo con algunas cosas de las que dice. Se llama Rebelarse vende. El negocio de la contracultura, de Joseph Heath y Andrew Potter. es una crítica feroz y bastante inteligente a los movimientos contraculturales surgidos desde los 60 hasta nuestros días. A Naomi Klein al pone a caldo, así como a los que critican el consumismo por motivos que, si rascas un poco, son totalmente autocomplacientes y snob. Vamos, un libro que te deja ser fan rendido del Starbucks sin tener sentimiento de culpa desde que leiste No Logo, y te hace sentir bien yendo a comprar los modelos que se llevan esta primavera.
Habiendo sido estudiante de físicas, miembro de cineclubs, militante de la Plataforma Cultura Contra la Guerra, trabajador en un entorno artístico, y eterno aspirante a Bobo, me he encontrado con bastantes actitudes de las que critica el libro, por no decir que me he visto reflejado en algunos de los tipos sociales que analiza ; y es muy estimulante leer opiniones que puedes haber tenido, o conclusiones que has intuido a veces, plasmadas de una manera tan inteligente y documentada. Además, todo el libro está impregnado de un sentido del humor muy sanote, y hasta le dan su cañita a Michael Moore, que ya le vale.

domingo, julio 10, 2005

J´ai baisé mon amour

Odio las entradas semanales. Las odio; me quedan enormes...y cada domingo m descubro haciéndolas...

Independence Day
El sábado pasado, antes de la manifestación del Orgullo, me caí en la calle. Algún hijoputa tiró un flyer al suelo en vez de a la papelera, lo pisé y resbalé limpiamente, ambos pies en el aire, y paré el golpe con la palma de la mano plana, y el brazo totalmente recto contra el suelo. El mundo se paró por unos segundos, las paloma sen vuelo, el ruido de las obras detenido, porque pensé que me había hecho daño en la muñeca, y no podría dibujar. Si eres director de animación freelance y te quedas sin poder dibujar por un par de meses, adiós al cargo, y adiós al sueldo. Por no confesar que si me quedo dos meses sin dibujar me vuelvo loco, simplemente.

Al rato comprobé que me dolía, pero no tanto como una rotura, y que el impacto pasó de la muñeca al cúbito y al radio, y afectó seriamente al codo. Me dolía, pero estaba aliviado. Fíjate lo acojonado que estaba que me caí en plena Gran Vía, frente a H&M, y ni siquiera recuerdo haber tenido sensación de ridículo, que es decir mucho.
Así que me pasé la manifestación acunándome el codo, y sin moverlo mucho. Edu y yo quedamos con Nacho, JC y su tía Vicenta. Luego vino Pablo Sycet, y le encargó a ella que repartiera octavillas de los discos de La prohibida y Roberta. Vicenta es ideal apar estas cosas, porque no acepta un NO por respuesta, y la gente aceptaba los papelitos, por interés o por miedo a un palizón. En las escaleras del Palacio de Comunicaciones nos encontramos con Pilar y Pelayo ( que perdimos atraídos por una cosa horrorosa que se llama batucada), y con Jorge, Santi ,JoseC ( estuvimos haciendo fotos con el ciervo Topacio para el fotolog del pollo Manolo, ( y me sentí parte de algo superimportante, porque soy fan fatal de ese fotolog), y luego nos fuimos a ver al resto de la gente a la carroza del Shangay.

Ahí arriba pinchaba Mario, Olvido bailaba con las Nancys, Topacio se contorneaba…Por un momento ( bueno, varios, me apeteció subir, pero estaba más lleno el techo de ese autobús que la calle, así que no. Les acompañamos desde abajo, y subimos medio caminando, medio bailando ( bueno, Javi -que apareció al poco rato, y yo, los demás sólo caminando). Nacho ondeaba una pancarta contra el PP, que cogió de por ahí. Me confesó que desde pequeño quería hacer eso, pero que ahora se sentía como cuando Patsy, en AbFab, tuvo su fiebre reivindicativa: igual de falsa. Eso sí, nos reímos mucho.
Cuando pasamos por las calles del barrio de Salamanca nos entretuvimos en los escaparates, y hablamos con unas viejecitas socialistas muy simpáticas. Lo último que me esperaba. Yo, y Esperanza Aguirre, supongo.

Después de la mani, estuvimos escuchando un manifiesto pelín triunfalista ( estamos tomando la calle Génovaaaaaaa!!!!!!!!-gritaban mientras unos cuantos subíamos por allí), y cantaron A quién le importa. Miré de reojo a Nacho, y le pregunté si él cobraba por esto. Se le escapó la risa maliciosa de cuando le hago esa pregunta, y dijo que no lo sabía.
De allí fuimos a casa de Mario y Olvido, que acababan de llegar de todo el jaleo, y nos fuimos al Rockódromo, con las Nancys. En los camerinos esperábamos gran catering y cervezas, porque nadie había cenado, pero no había nada, así que cada uno se entretuvo como pudo hasta que llegaron. Las Nancys empezaron a pelearse como gatas, que les encanta, Olvido puso los pies en agua porque no podía más, y Nacho empezó a chinchar por los camerinos diciendo que en el suyo sí había catering y todo el alcohol que quisieras. Y era mentira, claro.
Hasta que llegó Cancho, lo organizó todo, y luego llegaron las cocodrilos, y todo se volvió loco. Anoche volví a ver Showgirls, y me reía yo solo en la escena de los camerinos del stardust antes de la actuación, porque era muy parecido a lo del otro día: las nancys peleándose por el maquillaje, el caos alrededor, gente cambiándose, y hasta los monos con tutú que se escapan tenían el mismo efecto que tienen Topacio y Malibú cuando entran en la habitación. Volvieron loco a todo el mundo. Al principio el humor estaba bajo, sin catering y cansados de todo el día. Y llegaron ellas y eso era la revolución argentina. Corriendo semidesnudas por los pasillos para celebrar que retrasaban la regleta una hora, esperando que llenara más la gente, y así todos iban a tener más público, intentando fisgonear en los camerinos de Malena Gracia, o bailando regetón (“una libra de cadera no es cadera…..dos libras de cadera no es caderaaaa…tú la tienes grande tú te ves bien buena…bien bien buena tú te ves bien buenaaaaaa”)

Así que en el momento de salir, las Nancys estaban muy muy arriba, e hicieron un gran concierto, creciéndose cada vez más, con cada concierto. Era una lástima pensar que sólo tocaron una media hora, y que era el último…hasta que me enteré de que quizás no… mmmmm
Luego llegó el nuevo concierto de Fangoria, que todavía no había podido ver. Y nos lo pasamos en grande, saltando en el foso, gritándole “ chulaaaaaaa” a la Alaska, intentando hacer reír a Nacho, jaleando a las travestis…Así acabé al día siguiente, afónico. Bailamos muchísimo, porque todo el concierto es un medley de jits, con bases de los Chemical Brothers, y Technotronic y cosas así, de esas que te van directos a la yugular, y no puedes dejar de moverte. Al final, A Quién le Importa, y nos subimos todos a bailar. Yo estaba muerto de vergüenza, delante de tanta gente, peor como subí con mi profesora de yoga, pues nada, que nos fuimos delante de Nacho, a que se le escapara la risa.

Después de los conciertos bailé un rato, estuve con Cayetana un poquito, menos de lo que hubiera querido, ya nos veremos en Irán un día de éstos, y me reecontré con Fran y Paul, que hacía tiempo que no les veía.
Luego supe que todo el mundo continuó, de una manera u otra, pero yo me fui a casa, que estaba agotado, que ni todas las drogas de Nueva York me hubieran quitado el cansancio. Y además me dolía el brazo.

Este amor moderno
Por primera vez, ese día, compaginé mi faceta social con la íntima. Salió bien, creo que esta vez nos puede salir bien. Se lo debo, se lo merece, y esta vez, si no, no nos merecemos ninguno de los dos. Creo, creo, creo….

Lesionado
El domingo dormí hasta muy tarde, practiqué el sexo, y me volví a Barcelona en el primer vuelo no retrasado de los últimos seis. No es por nada, pero los otros fueron Spanair y Air Europa, y éste era de Iberia. Encima, en el más retrasado ( casi dos horas. a última de la noche), se me rompieron los casaacos del ipod. Hazme caso, querida lectora, NUNCA NUNCA te compres los cascos de Logic3 para el ipod, ni aunque fieran los últimos auriculares del mundo. El carrete retráctil que traen para recogerse ( gran idea, dije yo...) se activa sólo, con lo que te estás llevando siempre tirones de orejas; y encima uno de los auriculares se ha muerto en menos de tres meses. Dejar de usarlos ha sido una liberación, si no fuera porque me dejó sin música en la sala de embarque eterna...
El resto de la semana ha sido de recuperación del cansancio, y de bajón por el dolor del brazo. El martes fui al hospital donde trabaja mi hermana. Me colaron delante de un stripper que se había tomado un cóctel de anfetas, coca y alcohol y no se levantaba ( y que tuvo que salir con una sonda colgando de la punta del pito. Vaya sorpresa en las despedidas de soltera! cuando se recuperó dijo que se volvía a casa, en Bulgaria, porque en este país hay mucho dinero, y mucho vicio. En el suyo, como no hay nada, no le queda más remedio que quedarse en casa), y me hicieron una radiografía. Por suerte, todo estaba bien, nada roto, peor una fuerte contusión, que hace que cada día salga dolorido de trabajar, y encima intentando que no se note, para que no afecte a la confianza que me tienen. Así que muchos de estos días he estado un poco autista y taciturno.

Aunque ese día precisamente, saliendo del hospital, me llamó Ernesto, y fuimos a cenar algo rápido al Born. No deja de ser irónico que precisamente él sea ahora una de las personas que me alegran los días. Mira que somos volátiles, las personas. Luego me metí en el cine con mis hermanos, y nos vimos La Guerra de los Mundos, engullendo palomitas. Nos lo pasamos en grande.

Mi Londres
No pensaba que me fuera a afectar tanto, pero lo he sentido (casi) como lo de Madrid. Me he dado cuenta de que son las dos ciudades que más me importan, y las dos atacadas. Ese jueves estuve muy pendiente del móvil, intentando contactar con mis amigos de allí. Especialmente por Paul, que trabaja en la city. Afortunadamente, todos están bien. Precisamente este lunes estuve con él y Nuri, que bajaron a Barcelona con Joseph, su primer hijo. Charlamos de las candidaturas olímpicas, de cómo está la ciudad, de cuáles son los programas que molan ahora en la tele de allí ( sin dudarlo: Little Britain, una nueva serie cómica). Precisamente hablamos de lo que echo de menos al ciudad, y que no me importaría volver, aunque de momento no me puedo quejar de que me salgan proyectos aquí.

Tengo muchas ganas de ir a verlos a todos, a pasar un fin de semana largo allí, de estar un rato en mi Londres, el que me descubrí en los fines de semana enteros en soledad, paseando arriba y abajo, hasta que se hacía de noche, en los montones de librerías de Soho y Charing Cross, donde iba a hacer tiempo saliendo del trabajo, porque no conocía a nadie, desayunando canoli los sábados en Amato, en los teatros del Strand, frente al Ayuntamiento del barrio de Shadwell, donde una placa recuerda a los voluntarios de allí que murieron en la guerra civil española defendiendo la república, en la tienda de Paul Smith en Covent Garden, en el Curzon Soho o el Electric Cinema, en el jardín japonés de Holland Park, en el Nag Nag Nag bailando los miércoles por la noche y volviendo en minicab a casa, o en la Serpentine Gallery donde descubrí a Takashi Murakami, esperando el 10, junto a los callejones tan feos, en King´s Cross, o en el puente frente al National Film Theater, saliendo de ver alguna peli, de noche, con las luces del parlamento, y la noria, y la gente paseando, contra el viento del Támesis.

Pan con Manteca
El viernes, cuando salí del trabajo a la hora de comer, quedé con David. Había venido a la feria Bread and Butter, y me pasé a verles. Bueno, me entraron directamente ellos, porque con al disciplina berlinesa era como entrar en la base de Roswell a ver a los marcianos. Te marcaban todo, y si querías acreditación, te tenía que invitar una marca, y tú tenías que llevar facturas para demostrar que habías comprado para ellos. Todo tremendo. Pero bueno, me dejaron un pase y me pasé la tarde con ellos, en el stand. Allí estaban Gorka y Bimba, haciendo de relaciones públicas, saludando a la gente que pasaba, dando tarjetas, todo un poco agotador. A ratos, cuando no visitaba nadie, nos sentábamos a ver pasar a las modernas, a comentar el stand de al lado, que era todo de pedrerías imposibles, y lo llevaban tres que eran como las mellizas de Julio Iglesias. Era todo súper barroco. Vamos, que si viene Arakis lo compra todo, lo moja en tinte negro ala de cuervo, y a lucirlo.

Parecía todo muy glamoroso, pero la verdad es que tanta modernidad, tanto urban outfit y que no deja de ser una feria donde vas a hacer contactos, y a vender o intentarlo, pues como que agota, y los pobres sólo querían que irse.

Yo me di una vuelta, pero me mareé, tanta ropa expuesta, y tanta marca, y en hangares tan grandes. La verdad es que fue muy interesante ver una cosa así desde dentro, las cosas que decían los potenciales clientes, la decoración de los stands, las pintas de algunas…

Por la noche quedé con Gerard para ir a la fiesta de Pepe Jeans, y fue un poco lo peor. Supongo que los guiris van a Barcelona y deben alucinar con la marcha mediterránea, pero nosotros estábamos un poco aburridos, tanta pose, y tanta gente bailando en el sitio, y nadie hablando con nadie. Digo yo que en Madrid hacen algo así y nada más entrar ya te están saludando, todo el mundo se conoce , y te están tirando de la manga para contarte algún cotilleo, y seguro que NO pinchan jaus. Así que nos aprovechamos de la barra libre ( por cierto, durante el día, en la feria, había barras con copas de cava para la gente que estaba allí trabajando…a TRES euros la copa. Barcelona es muuuy fuerte).

De allí nos fuimos al Razzmatazz, porque un grupo de amigos de Gerard, que se llaman Megaafonía presentaban sus canciones. Yo los escuché un día en casa de Gerard, y me encantaron, especialmente uno que se llama Han tapiado la puerta del Razzmatazz con todos dentro y nadiese ha dado cuenta, y en cada estrofa la letra parodia al tipo de gente que hay en cada sala, y la música es un pastiche del tipo de música que suena en cada una. Son muy buenos. Fue un gran éxito, y la gente quería más, así que tuvieron que repetir algunos temas.

Yo me lo pasé muy bien, y saludé a los habituales del pop bar, pero en cuanto acabaron me marché a casa. Esta semana estoy un poco perezoso, con el trabajo, lo del brazo, lo de Londres, así que lo mejor de esa noche fue el trayecto en taxi a casa, con la ventana bajada.

Epílogo
por eso el sábado me lo pasé recluido en casa, leyendo y viendo de nuevo In The Mood For Love y Showgirls, hasta que me quedé dormido en el sofá, y el domingo, después de desayunar, me he paseado por el Mercat de Sant Antoni, comprando libros viejos de Josep Pla y Terenci Moix, y luego he quedado con David y su primo Pablo, para tapear por la Barceloneta. Hoy ha sido un domingo de los que te enamoras, de Barcelona


sábado, julio 02, 2005

Razzmatazz by Posibiliti

Acabo de releer la anterior entrada, y como dicen que tras la tormenta llega la calma, yo digo que tras la calma llega otra tormenta.
Porque esta última semana ha sido intensa, por decirlo suave. Tanto, que no tengo tiempo de actualizar, así que justo antes de irme para la mani del Foro del BOE, que me temo que será un pelín más multitudinaria que la del Foro de Su Familia...

El domingo pasado llegué a Madrid, porque hasta el miércoles tenía que estar trabajando allí ( o aquí, ya o sé dónde estoy). Para madrugar el lunes, cogía el avión el día antes, y dormía en mi piso recién reformado y todavía apenas usado. Así, además, fui al plan travesti. hacía tiempo que no iba, y me dio un ataque de nostalgia ver a muchos de siempre. Aunque, por otro lado, al verlo de nuevo, me pareció un poco como el resto de fiestas de la ciudad. No es muy objetivo por mi parte decir esto, porque lo comparo con las primeras ediciones, donde todas éramos amigas, y me alegro que sea tan importante, pero a veces tuve esa sensación. Bah, supongo que estaría un poco descolocado, después de casi cuatro meses sin aparecer, y ya está.
Por otra parte, me lo pasé muy bien con Roberta, Javi, Gerard, Elektro...Dentro saludé a JoseC y a Jorge, que ahora no veo tan amenudo, y se echa de menos, y a Orlando, que aún hacía más desde la última vez. Luego también vi a Álvaro, Huete y Raquel, a Cabezón, Cadicool, Aitor, y muchas caras de siempre del Plan. Fue una sorpresa muy agradable encontrarme en la barra por casualidad con Iko y Patata, que me llevaron con el resto, Supervago y Claudio. No les hacía yo mucho del plan Travesti.
La clave era ver a Yurena, la que antes era Tamara, y tenía labios y nariz. reconozco que no le pillo la ironía a esta señora. Creo que el fenómeno le pasa por encima, ella no participa nada de él, y dudo que se imagine de qué va tanto aplauso y frenesí. De hecho, dudo que conozca que existe la palabra kistch.
Mucho mejor los otros grupos, Corazón y especialmente Nice Price, que me encantaron. Les produce Spam, el grupo de Moli, y salieron con ellos al escenario. Moli me fascina porque le ves y parece hellraiser, pero le conoces y es un pedacito de pan. Y además, muy amigo de mi profa de yoga. A Félix y Lourdes no les pude ver porque actuaron muy tarde, y tenía que levantarme temprano.

El lunes y martes fueron de mucho estrés, porque tuve que presentar la película a los animadores de Madrid, y volver a ver a tus compañeros pero en plan jefecillo da mucho corte, y además, sabiendo que desde la última, en los polígonos, no ha habido mucho trabajo, y yo empalmando trabajos y sueldo...pues que al final del lunes llegué agotado a casa, y me tumbé en el sofá a mirar el techo. El martes un poco de lo mismo, pero ya no tuve que hablar tanto.
por la noche quedé con Pedro Munster y Olvido, y nos fuimos a la entrega de los premios Shangay, que son un poco...así. Miguel Bosé, una señora mayor ridícula, y le dieron el premio a él antes que a Astrud o Chycha. En fin. Yo me lo pasé de risa con las Nancys parriba y pabajo, tomando Chivas con limón, y juntándome un poco con los mismos del Plan Travesti, que es lo que tiene Madrid. Al final de la noche, baile central con lo de Agustín, con David ( que le volvió loca a Patata) y Pepón( que me contó un chiste tan bueno que casi me caigo al suelo, pero no tengo tiempo de reproducir), cotilleos de todas las famosas presentes, y cena intempestiva en VIPS.

El miércoles más charlas con equipos, pero ya los menos, y vuelta a Barcelona...Para celebrar el jueves en el Razzamatazz la fiesta Dancing Queen. Nombre manido donde los haya, pero con un cartel que era un escándalo. Cenamos al lado del hotel con las Nancys, y luego vinieron a otra mesa Alicia y Jose Luis, La prohibida, Carlos, Genís y Unai. Hablaron tood el rato sin levantar la voz, no como en nuestra mesa, que éramos unas ordinarias, y discutimos sobre las manifestaciones del foro de la familia a voz en grito. después correindo a cambiarse, y entramos en el Razzmatazz. Lo primero, ir a ver a Las heteras, Tere y Eugenia, que nos sacaron una polaroid, luego el concierto de Pedro Marín con las Drugstore Jetas, (el grupo de Mónica y Mireia), que no tienen metas, sólo tienen tetas y son lo más.
De allí al conciertazo de Chico y Chica, donde estaba casi todo el mundo, y hacía tanto calor que salí como si me hubieran echado un cubo de agua por encima. Antes hacían magia y Pilates, y decían todo el rato metrosexual. Ahora se declaran heterofriendly, y se persiguen por el escenario con un palo. No puedo esperar a volver a verles, para saber lo próximo.
Hacía tanto calor quie me compré una camiseta donde ponía razzmatazz, para poder cambiarme.
El concierto de las nancys fue el mejor que han hecho en su carrera ( corta, pero llena de triunfos). Ticaron muchísimas canciones, le dedicaron una a Ángel, y fue muy emotivo, y al final, con todo el público en el bolsillo, tiraron los instrumentos ( que ya ves para qué les sirven), y cantaron su remezcla de Sálvame. Se volvieron locas por el escenario, Juan Pedro casi se desnuda, la gente en éxtasis botando sin parar, y digo yo que hay que tenr¡er mucho ssentido del espectáculo y actitud para liarla de esa manera.
Simultáneamente actuó La Prohibida, lo que provocó carrerones por las escaleras para compaginarlo. Y su concierto también fue un escándalo, hubo muchísima gente, y ella estuvo muy satisfecha de como le salió.
Acabaron todos, y al poco llegaron a los camerinos Nacho y Olvido, desde Castellón, donde tocaban. para amenizar la espera, en los camerinos había un ambientazo con Pedro, Las Nancys, Madelman, Miqui Puig, Javi Buenavista de perfecto anfitrión, y muchas risas. Así que se encontraron un panorama, cuando bajaron del coche las pobres, y a pinchar. Vaya trote...
Entre Nacho y Olvido intercalamos la sesión de Hidrogenesse. La segunda vez, tras el sinajero, y cada vez soy más fan. Pincharon hits como el ritmo de la noche, y Madelman, Unai, La Prohibida y yo bailamos muchísimo. Le pedí a Jose Luis que me customizara la camiseta con su marca de ropa, posibility, y ahora pone: 05 Razzmatazz by Posibiliti. Soy un chico con suerte, sobre tood dentro de unos años, en EBay.

Cuando acabaron todos me quedé casi de casualidad con un grupo de chicos y chicas entre 17 y 22 años y les estuve preguntando muchísimas cosas de su generación, no sé por qué, con fines estadísiticos: como votan, como ligan, cómo comen, como estudian, como...todo todo. Empezó como de broma y al final me pareció muy interesante. Fíjate las cosas que te da por hacer a las seis de la mañana. la conclusión, este país tiene suerte con las nuevas generaciones. Fueron lo más.

Y ahora me voy corriendo a celebrar muchas cosas. El cumple de Javi, la nueva ley, el Orgullo, el verano del amor...

P.D. Sms de mi madre, recién llegado: "Feliz día, lucha por tus derechos y no permitas que te humillen. Siempre contigo" estos son el tipo de padres alcohólicos, agresivos o sobreprotectores que nos engendran, ¿verdad, Aquilino?

Un beso !!!