lunes, julio 18, 2005

Tokio 1 : Travesti Airlines: "pero qué pan tan amargo"

Quedamos todos en barajas a la una y media de la tarde, aunque el vuelo salia a la 1 la tarde, aunque el vuelo salia a las 16.20, para tener tiempo de facturar todo tranquilamente, porque eramos mucha gente, como11. Alli ya estabamos bastante nerviosos,。Topacio nos hacia fotos todo el rato, par su reportaje fotografico, y Cancho organizaba todo lo de los billetes. Cuando ya estuvo todo claro,nos fuimos a comer, Olvido se tomo el calmante para el avion, y embarcamos. El despegue desde Madrid ha sido la experienca mas surrealista que he tenido en un avion. primero, que para embarcar recorriamos diez pasos por el finger y nos paraban a todos, luego diez pasos mas, y asi...parecia un via crucis. luego faltaban pasajeros, o sobraban maletas, y las tuvierton que buscar y retirarlas, y asi una hora de retraso. luego el avion empezo a correr por la psta, y seguia, y seguia, y no despegaba, y cogia curvas, y chicanes, y a toda pastilla. yo ya no entendia nada, y hasta Olvido, que estaba ya colocadisima del calmante, abrio un ojo con cara de decir "despega ya, conyo" Al final se elevo, y hasta Amsterdam. En el vuelo Mario, Marta y yo nos dedicamos a picasr a Juan Pedro y yo nos dedicamos a picar a Juan Pedro, a leer el el Hola, y a comprar cervezas.
Cuando llegamos a Amsterdam, con el retraso anterior tuvimos que ir a la carrera por el aeropuerto, y eso que nos encanto, de lo bonito que era. habia muchos casinos,no se por que. Al final llegamos a la puerta de embarque, con unas colas larguisismas de japoneses, pero el avion es tan enorme que nos engullo enseguida. Era la primera vez que volaba en uno de esos de dos pisos, y el finger se dividia en dos al entrar. Juan Pedro, beoda como iba de las cervezas del otro vuelo, salio corriendo para entrar primero, se confundio de puerta del finger, y al pobre azafata nipona, que ve venir a la nancy travesti a la carrera, casi le da un infarto del susto.En el avion ibamos muy bien instalados, porque ocupabamos unas filas completas de la parte de arriba. Nos volvimos lcoos con las teles con juegos de marcianitos, y el tetris, y en cuanto despegamos, nos pusimos todos a jugar. Bueno, Olvido se tomo otra pastillita, y antes de despegar ya estaba dormida, echa un ovillo. Yo me puse la camara de ojo de pajaro, para ver el suelo, y el mapa para saber por donde estabamos a cada momento.Nos toco una azfata con mucha mala leche, que nos ponia mala cara todo el rato por cualquier cosa, y al acabamos llamando la senyorita Retromeyer.La otra azafata era muy dulce. Despues de cenar un menu japones que estaba muy rico ( aunque la retromeyer casi de da dos bofetones por pedir un poco mas de leche), me puse los cascos y me aisle de todo justo para quedarme dormido cuando ya andabamos casi por encima de siberia. De noche no se hizo del todo, pero en esas horas estaba todo en penumbra.
Al cabo de unas horas, todo el mundo se desperto con las ganas de jaleo de una clase de chavalas de colonias. Otra vez als puyas, la gente levantandose, Juan Pedro pegando grititos por todo. Topacio solo repetia "que pan tan amargo, once horas de vuelo, ya me vi todas las peliculas y jugue a todos los juegos". Asi que se tiro (habras notado que los teclados japoneses no tienen acentos, ademas de teclas que aprietas sin querer y empiezasa escribir con kanjis en vez de letras. Asi que esto es un poco confuso e inconexo) entre los asientos, se puso a cantar una cancion japonesa haciendo coreografias, hasta que la retromeyer casi la tira por la ventana, y la sento. Desayunamos, y un par de horitas despues aterrizamos.

Escribo sto sentado en un cafe con internet, antes de ver el museo de arte contemporaneo. Con suerte, tendra cosas de Murakami en exhibicion. Cuando vaya pudiendo, y cuando vuelva a Madrid, ya ire contando, que no quiero que se me olvide nada de este viaje