miércoles, febrero 15, 2006

Au revoir, Desplat

El domingo, como casi siempre que estoy en Barcelona, me pasé por el Sweet a ver a Souver. Quedé con Gerard y Albert, para ir a la fiesta Bollywood que celebran los domingos allí. Empezaba a las ocho pero me aseguraron que se animaba a las doce. Por no haber comprendido las diferencias entre Madrid y Barcelona, cuando llegué había acabado. En Barcelona un domingo cuando algo empieza a las ocho, es a las ocho, y en Madrid mira que dicen que el Wateke empieza a las diez y no va ni Alá hasta las doce y media.
Como allí estaba todo el pescado vendido nos pasamos por el Puticlub, la sesión dominguera que ha reabierto La Demonio. Cuando me vio llegar sin avisar se portó fenomenal conmigo. Muy educadamente me presentó a su staff, me invitó a copas, y me presentó a Juan Belmonte, de las Pumping Dolls –que pinchaba travestida de lozana jovenzuela policía, con minifalda, cascada de pelo rubio y gafas de sol de lágrima. Y barba.
Nunca me lo había pasado tan bien en Barcelona un domingo por la noche. Para mi sorpresa, había bastante gente, y un ambiente fenomenal. Me empecé a encontrar con conocidos de Barcelona pero que suelo ver más a menudo en las fiestas de Madrid: con Meritxell y sus amigas, con Dani, Dolors, Bea, con Antón, y se presentó Roi, de vacaciones por la ciudad condal.Muy divertido, y todo improvisado

El lunes quedé con los directores en la empresa que está empezando a hacer el color y la composición final de los planos. Ya que estaba por Barcelona quería echar un vistazo, pero justo esa mañana se fue la luz, así que acabamos tomando el sol y tomando unas cocacolas en el parque junto al local, por la zona del Arco del Triunfo. Me pusieron al día de un tema espinoso: la banda sonora.
Teníamos un as; un músico francés emergente, Alexandre Desplat, que vio el proyecto hace un par de años y quedó prendado. Quería hacerlo a cualquier precio, y parecía factible ( durante una época Joe Hishasi, el músico de Miyazaki también quería, pero aquello se cayó rápidamente). Alexandre había trabajado en Francia casi toda su vida, empezaba a trabajar en alguna película de empaque, con Romain Duris y otros actores de la lista A, y de pronto pasó a Hollywood con la música de La Joven de la Perla. Desde ahí, todo le ha ido a mejor, y cada vez que le veíamos en una película más importante,como el nuevo Casanova, dudábamos un poco más de que pudiera. Su agente insistía en que sí, pero que cada vez había que planificar el hueco de agenda con mayor antelación. Los proyectos se empezaban a agolpar, el último, Syriana, para la productora de George Clooneyy Steven Soderbergh.

Nos lo confirmaron el otro día, para el verano no va a estar disponible, por un retraso en el proyecto en el que está trabajando ahora. Al carajo.

¿Te imaginas tener a un músico de tanto talento en una película como la nuestra? Es pequeña de presupuesto, pero la historia es grande, y está llena de silencios, necesita a un buen músico que la cuide. Hubiera sido un privilegio… En fin
Por lo menos ahora me haré a la idea, y ya no s eme encogerá el estómago cada vez que veo unos créditos con el nombre.