sábado, abril 02, 2005

El fin de una era

El domingo pasado, por la tarde, después de comer, me preparé una cafetera, me acomodé en el sofá, y procedí a ver el penúltimo y el último capítulo ( dividido en dos partes) de Sexo en Nueva York. No te preocupes, querida lectora, puedes seguir leyendo, porque no voy a contar nada. Últimamente andaba un poco revenido con la serie;supongo que no verla en los seis años que tomó en realidad su emisión completa la hace un poco ...mmmm...exagerada en la promiscuidad sentimental de los personajes. La manera en que pasaban de un amor a otro ( ojo, no de un polvo a otro) me parecía un poco ligerita. Y claro, el snob que llevo dentro busca cualquier excusa para distanciarte de la opinión mayoritaria, cuando ya casi todo el mundo conoce la serie, y la admira; y tú quedas divinamente diciendo: pues yo estoy un poco harto de "yo soy como Carrie, yo soy como Samantha"...
Pero todas las reticencias desaparecieron en la segunda parte de la última temporada, la estructura de los guiones es tan perfecta, y los diálogos tan inteligentes, que te tienes que rendir, la seçerie es de lo mejor que se ha hecho nunca. Me encanta que conforme pasan las temporadas, poco a poco su estilo de vida va cambiando, y se adentran en la madurez, y ya no disfrutan de las mismas cosas, aunque las recuerdan con cariño, lo que hace que los personajes sean muy reales, sientes que han crecido contigo, y además le da un tono otoñal y elegíaco a los últimos capítulos que es precioso.
Así, mientras se iba haciendo de noche, y la gente iba volviendo de sus vacaciones, y apartamentos que días antes habían permanecido apagados empezaban a encender sus luces, yo avanzaba hacia el final con una mezcla de expectación y reticencia para que no se acabara. Sobra decir que acabé llorando como un bebé, de esos de moqueo idiota. En fin, supogo que quedaría ultra cool desdeñarlo por sentimental, pero qué se le va a hacer, soy un dramacuín.

Mi película también ha llegado a su fin. Ayer fue mi último día, y el lunes me pasaré a revisar algunas cosas de mi equipo, y un par de detalles más; pero ya está. El proceso es casi simepre el mismo. Cuando empiezas a trabaajr en un película piensas que vas a hacer un trabajo extraordianrio, que va a ser el pináculo de tu carrera, y ves el nuevo material con ansiedad, imaginando ya las interpretaciones que vas a proyectar en la pantalla, deseando que iertas escenas te sean asignadas; conforme avanza la producción, sueles odiar la película, los personajes te repelen, estás cansado de tu rutina, especialmente al final, cuando la presión para acabar te obliga a echar muchas horas para que tu trabajo quede como quieres, y te irritas tontamente con tus compañeros de trabajo; cuando ya casi acabas, cuando ya tienes en la mesa el trabajo que te queda por acabar y ya sabes que no va a haber más ( es decir, no má soportunidades de lucirte, de tratar de redimir las pifias que crees que has cometido anteriormente) tienes una sensación de melancolía, de oportunidades perdidas, de no haber estado a la altura de tus expectativas - el trabajo realizado siempre es más decepcionante que le trabajo imaginado-, y te quieres olvidar de la peli, y no ver tus escenas nunca más. hasta el punto en el que estoy ahora, que empiezas a apreciar el trabajo que has hecho ( especialmente en este caso, que ha quedado una peli de la que estar orgulloso); no estas realmente satisfecho , porque yo a mi nunca me gustan mis animaciones, peor ves al peli en work in progress, y sonríes pensando que ciertas secuencias no nos han quedado tan mal; también empiezas a olvidarte de los malos ratos, y para la persona que lo ah hecho, cada escena es un recuerdo de el momento de tu vida en el que estaba cuando al ahcías, y eso se queda ahí, en al pantalla. Entonces empiezas a pensar que fue divertido.
pero estás deseando empezar la próxima, para volvera completar el ciclo.

El miércoles vinierondesde Copenhague el director, la productora y el secretarios de producción, al que no conocía personalmente, y es un dané de origen croata, de 23 años al que le encanta el boxeo y te martiriza con su simpatía y su heterosexualidad. Fuimos tooo el equipo español de la peli con ellos, primero por la plaza de Santa Ana, y luego a un sitio horrible en Huertas ( perdón por la redundancia), pero con unos mojitos tremendos. No puedo recordar los que me tomé, pero si no fueron diez, no tomé ninguno. Me lo pasé muy bien, y nos dijeron cosas preciosas sobre la calidad de nuestro trabajo. Les prometí que me escaparía a Copenhague para la fiesta final de producción, creo que a finales del verano.
Las palabras de elogio sobre mi trabajo ( sobre todo pronunciadas por un crota-danés cañón), me sacudieron un poco la sensación de melancolía que comentaba antes; aunque la despedida fue triste, porque a alguno le conozco de hace tiempo, y siempre es una maravilla trabajar con ellos, y nunca sabes cuándo volverá a pasar.
del sitio de Huertas, haciendo eses, nos fuimos a Chicote, y un amigo, colega mío del equipo, y que es un señor enorme, gordote y con barba, entró como una cuba en el bar, y empezó a saludar inocnetemente a un par de conocidos míos que estaban allí, sin ser consciente de que para ellos era un sex symbol, y que su inocente charla sonaba omo el flirteo de un auténtico zorrón. Si además tienes en cuenta que es una persona tremendamente religiosa y de muy de derechas, la diversión fue doble. Él no lo sabe, pero se le dió muy bien, porque a la salida,cuando se iba, aún salieron a la Gran Vía a buscar, e intetaban que se fuera con ellos al Rick' s y le prometían rayas y copas. Eso es triunfar...

Mientras escribo esto, en la madrugada del viernes al sábado, el Papa agoniza. Yo no recuerdo a ningún otro pontífice, por mi edad, así que se hace raro que se muera, a pesar de todo lo que ha jodido ( metafóricamente, creo) con lo del derecho a la vida, y la demonización de los homosexuales, y las políticas contra la prevención del SIDA, y su amistad con Reagan, y todas esas medallas en su curículum.
De todas maneras, la muerte de un papa, o de otro tipo de dirigente no democrático ( porque esos pierden el poder por las urnas, que queda como muy mundano) es una cosa que me fascina, porque queda súper shakesperiano, o como de Coppola, con multitudes en la calle, de noche, y la cúpula de San Pedro que diseñó Miguel Ángel iluminada por los focos, y la curia reunida en la Capilla Sixtina,es todo total. Nadie como la iglesia católica para montar un buen show... En fin, otra etapa que se acaba.


Bueno, me voy a la cama, que en unas horas salgo para Bilbao, a pasar el finde con Arakis, que tenemos que charlar, y disfrutar del concierto de la gira Varietés, y reírme mogollón y bailar y comer, que estoy de vacaciones, leche!!