miércoles, noviembre 03, 2004

Halloween Travesti

Me encanta cuando llegas a Bilbao por carretera. Supongo que a los que viven delante les debe arruinar la vista, pero eso de las autovías sobre puentes altísimos, entre los edifícios, que parece que estas aterrizando, pues queda chulísimo. Además, todo Bilbao, entre las montañas, parece que se proyecta hacia arriba, con edificios rectangulares muy altos, y los picos de las iglesias entre ellos.
El edificio donde vive Arakis es así. Cuando vas llegando, por la calle, parece que estas en Gotham. Y cuando llegas a la casa, parece que estas en el Gatopardo. Ella te recibe entre bouquets de flores, y molduras, y muebles blancos y negros, apoyada en el quicio de la puerta, con una bata de seda negra. te recibe, te besa, te saluda, y sigue valseando entrando y saliendo de las habitaciones, siempre haciendo cosas, a pesar de su resfriado. Detras de ella, Richard y Manu me saludaron, y me enseñaron el resto de la casa. me encantaron las fotografías, entre ellas una preciosa de Gaüeca, que había visto en ARCO. Se le ve a él, arreglado como el perfecto caballero inglés, sentado muy pulcro en un elegante salón, y sobre él, en letras enormes, puedes leer: “ NOBODY KNOWS I'M WORKING CLASS”. Es total. También tiene una foto de uno de los primeros trabajos de Manu, un patinador-pierrot, que modeló con 3D studio, y que al principio confundí con una foto real.
Esa primera noche decidimos no salir, para reservarnos; así que nos quedamos viendo la tele y charlando. Pedimos cena, y como la dieta es tendencia, ( más que nada porque estaban súper estrictos; yo, en cuanto piso Euskadi, me olvido de toda mesura), pues cenamos pollo y ensalada.
Lo que pasa es que luego Manu se puso a hacer gin tonics, que nos servía en copas enormes ( Arakis no tiene vasos, sólo copas), así que acabamos al noche desmadrados por la casa, riéndonos de todos los que salían por la tele, escuchando una canción tremenda de una travesti londinense,creo que se llamaba Tustytim, o algo así, que se pasa todo el rato diciendo que busca un hombre millonario, que le dé más, con cosas grandes, grandes, ...grandes... Acaba con una llamada de teléfono de una agencia matrimonial que le comunica que ese hombre no existe y la basta de la travesti le suelta: Well...FUCK you!!!; Arakis decía que esa canción representaba su vida con los hombres, y acto seguido empezó a amenazar con pintarse los labios y tirarse a la calle. Menos mal que Richard impuso mesura, y nos metimos en la cama.

El día siguiente, eso de la mesura brilló por su ausencia. Nada más levantarse, puso las cqnciones del concierto a toda pastilla. debía remasterizarlas, subir la voz, yo qué se, mogollón de cosas. A mí me vino chupi porque así vi cómo se usa el Qbase, los componentes que tiene tenía razón, y ocsas así, que siempre me interesan mucho. Además, como apenas me sabía las letras de memoria, me usaba de conejillo de indias, y , sentado en el estudio, me obligaba a repetir las letras conforme las iba escuchando, como si ella fuera una profesora bizarra sacada de una peli decadente de Visconti, y yo un alumno díscolo que durante la clase se hubiera portado fatal. Yo de vez en cuando miraba de reojo los libros que tenía ( por cierto, una recomendación de Arakis herself: HAY que leer el último libro de Pierre Bordieu sobre la televisión).

Tomamos un brunch, por eso del cambio de hora, y que ya cenaríamos en la sala, y luego, el acicalamiento y todo eso. Manu y yo sacamos un rato y charlamos sobre animación, ordenadores, programas y todo eso, peor enseguida nos vimos arrollados por el torbellino Arakis: selecionar el vestuario de ella y sus Arakettes, qué peluca ( gran tema), qué tocado, flores negras? flores rojas?. De vez en cuando paraba y le preguntaba a alguna de las fotos de Marlene Dietrich o de Siouxie que tiene colgadas por toda la casa.
Un rato fascinante fue contemplar cómo se maquillaban, como Arakis se inventaba desde cero, pariendo de su cara blanca por la base, como quien se coloca delante del lienzo. los labios son Marlene, las cejas son Siouxie, y la técnica es toda Caravaggio: “claroscuro, claroscuro, cariño” Llegado el momento de empaquetar, empezó a sacar bolsas enormes de Fortnum and Mason, donde debíamos meter su equipo de maquillaje, el traje de Gaüeca ( junto a Manu, la otra Arakette), el traje de Nacho para esa noche, que se iba a travestir de Arakis. Todo frenético, a toda prisa, porque habíamos quedado con Madelman para recoger un pie de micro ( baj a lacalle a dárnoslo con un apeluca rubia mojada, diciendo que acababa de salir de la ducha, y salpicándonos a todos), y había que buscar a Gaüeca, camino de Bergara. En medio del fragor, Arakis iba repitiendo, como un mantra: yo cancelo. ya está: ¿Cancelamos, Manu?

Después de un camino en coche que parecía, por fuera, el paisaje boscoso de Twin Peaks, y por dentro del coche como un episodio de 4 en Alicante, llegamos al pueblo, donde nos encontramos con Álvaro, que bajó de Donosti con su familia. Nada más meternos en el camerino, nos lanzamos a la comida, y a los pocos minutos llegó todo el autobús de Fangoria, que- vaya- nos pilló comiendo. Para semejante ocasión se había venido medio Madrid: Nacho con JC, Mari, Ana, la mujer de Jesús, Mario, Olvido, la Favor desde las Canarias, con Miguel y Orlando, Pedro Munster, Susi, Rafa Spunky, Juan Pedro, Marta, Jose Luis...todos y todas. Como además el espacio era único, pues nada maś empezar ya era todo una fiesta: la gente maquillándose, pelucas volando, trajes pasando de mano en mano, mucho tacón, mucho pintalabios, y muchas risas. La mayoría de los disfraces hacían referencia a algún personaje mítico: Olvido iba de Betty Page en la jungla, Jesús de Poison Ivy, de los Cramps, Chris de Catwoman, Alejandro de Strange Emily, Rafa Spunky de Roberta Marrero, la leyenda, y Nacho de Arakis. Las Nancys Rubias, como son un género en si mismas, pues iban de ellas. Me encantó la pinta de Rafa, con todo ese corpachón, y los taconazos, y el pelucón, parecía una cerda de mucho cuidado. Y Floren era la viva imagen de Carmen de Mairena.
De pronto se oyeron unos gritos, y llegaron Topacio y Malibú, producidísimas, porque ellas siempre salen híper arregladas, y luego te dicen que todavía no se han vestido para la actuación, que ellas siempre salen así. Qué totales.
A mí no me apetecía travestirme, no creo que me saliera. Aún así, me puse una peluca que me dejó Rafa, rubia dorada, que parecía un poco como si fuera mi pelo, y Arakis me pintó un ojo, así que mi imagen era como de un surfero saliendo de La Naranja Mecánica. Por los triunfos de la noche, creo que me tengo que comprar una peluca rubia ya mismo :P Más tarde llegaron a la sala Madelman con Unai, Dolors, Bea y Antón,las groupies barcelonesas y David Delfín y Gorka.

Bueno, el resto de la noche fue un cachondeo. La actuación de Arakis y las Arakettes fue impresionante, as usual. Dejó al público con la boca abierta. Es decir, a aquellos desafortunados que todavía no la conocían. Las Nancys arrasaron, en su retorno a los escenarios después de unos meses de retiro. Y el concierto de Fangoria fue de los más divertidos que he visto. Como se veía venir, acabamos saliendo todos a bailar al escenario, y todavía me acuerdo del ataque de risa de Olvido, del guarreo de Jesús, y de Nacho mirando al suelo, mientras Mari y yo intentábamos hacerle reír. recuerdo la imagen de madelman y Unai bailando como en una plataforma, monísimos, que parecían Leo y Kate en la proa del Titanic ( JA jA JAA!!!) , y el final del concierto, bailando En la Disneylandia del Amor en la cabina del pinchadiscos, con JC, Arakis, Richard, Gaüeca y mogollón de gente más.

Después del concierto nos juntamos todos en los camerinos, con el pobre Cancho para arriba y para abajo, intentado poner un poco de orden en medio del caos. Todos hablando con todos, copeo, risas y muchas muchas fotos. Montamos un photocall improvisado frente a una pared llena de grafittis, y todos pasamos por ahí, en solos, dúos, tríos, cuartetos y orgías. Reviso las fotos ahora, y como siempre, me da el regusto melancólico de lo bien que nos lo pasamos, y qué pena, que todo pase. Por cierto, gracias, David

El domingo, de vuelta en casa de Arakis, nos quedamos mucho rato en la cama, comentando la noche y comiendo galletas de Fortnum and Mason. A mí mi madre me ha educado con mucho esmero, y siempre me ha dicho que hay que dar un regalo a tu anfitriona, así que le regalé a Arakis una camiseta de promo de Fangoria, la del rayo rosa, que no la tenía. Mucho más se merecerían las tres, por lo bien que me han hecho sentir en su compañía.
Luego, con Álvaro, tomé en autocar de vuelta. No nos encontramos un atasco excesivo, y a las siete y media ya estaba en casa. Acabé el fin de semana de manera bastante prosaica, como contrapunto a los excesos: montando el ordenador y la mesa de dibujo, que todavía estaban en cajas de la mudanza, y leyendo Los Detectives Salvajes, de Roberto Bolaño, con mi Pancho en el regazo.

Mi padre siempre me dice lo de “noches alegres, mañanas tristes”. Así que ayer, martes, todo el día en la cama con un resfriado tremendo. Mi dietista, que es un sol, cuando le he llamado para decirle que no podría ir, me ha pasado consulta por teléfono, recomendándome medicamentos y dándome consejos para una pronta recuperación. Y me he puesto a escribir ésto envuelto en un manta, escuchando en la radio que hay una esperanza de que gane Kerry. Intento no hacerme muchas ilusiones. Seguro que tampoco sería la panacea. Después de todo, Gore Vidal siempre ha dicho que en los Estados Unidos sólo hay un partido en realidad; el de la sacrosanta propiedad privada.

Bueno, que esta entrada me ha quedado larguísima, hasta luego!