domingo, octubre 03, 2004

La matanza de Legazpi

El jueves, precisamente el día de la fiesta donde actuaba Arakis, fue el día elegido por el director de la peli para venir al estudio, desde Dinamaraca, donde trabaja. Cuando eso pasa, implica maratones de revisión de secuencias, principalmente en story board, donde, escena a escena, él te explica el arco emocional del personaje, lo que espera de su actuación, y como funciona ese plano dentro de la secuencia, y de la película. Luego, tu trabajo consiste en explicárselo a los animadores de tu equipo, y conseguir que el resultado sea lo más parecido a lo que quiere el director, y por supuesto con la calidad requerida.

Vamos, es como cuando el director de una peli le explica al actor lo que quiere, sólo que en vez de un actor por personaje, en animación multitud de actores dan vida a uno.

O sea, multitud de egos por el camino con los que bregar.


También discutimos problemas logísticos, soundtrack que no llegaba correctamente, fechas de entregas, y mogollón de aburrimientos parecidos. Y yo, mientras, pensando en el plano que tengo encima de la mesa, con el que me lo estoy pasando en grande, y al que es imposible dedicarle más de dos horas seguidas de concentración.


Además, luego nos explicó el jefe que la parte francesa de la producción está presionando para llevarse parte del trabajo allí, para optar a más subvenciones del gobierno francés ( que apoya muchísimo las producciones propias, no como el nuestro; lo cual es cojonudo para los franceses, pero convierte en un infierno las negociaciones de coproducción).

Eso se traduce en que si no recuperamos el retraso, parte de nuestro trozo de película se lo pueden llevar a Francia.

Eso se traduce en que ,este soleado domingo de octubre, para actualizar mi diario he tenido que hacer una pausa en mi trabajo.


Acabamos tarde, y como siempre, con atasco en la carretera de vuelta a Madrid ( me bajé en coche pensando -JA!- en ganar tiempo). Al fin, salté del coche al metro, del metro a casa, y de ahí a la ducha, mientras me afeitaba un poco ( no mucho, me temo que ha vuelto la barba un rato), me cepillaba los dientes, y trataba de no pisar a Pancho, mi gato.

Al final había quedado con Nacho para ir juntos, pero no pude ir a la cena anterior, en el gallego donde trabaja el camarero más guapo del mundo ( para él). Se notó luego, lo del estomago vacío... Le dí el encuentro a la salida, y con Roberta y Pablo Sycet, que cenaron con él, nos metimos en un taxi. En el camino comentaron, no sé por qué, lo buena que es la versión de Super Sara que ha hecho Vivian Caoba, y Roberta preguntó a Nacho por su experiencia con Sara Montiel. Por lo visto el que la trató fue Carlos Berlanga, pero Nacho también estaba súperafavor de ella. También hablamos de Sex and the City, aprovechando que acabamos 4 cotilleando en un taxi, como en la serie. Y se me echaron encima por declarar que estaba súperafavor de la performance de Antonio de la Rosa en La Casa de América.


Cuando llegamos, nos asustamos de la gente que había, pero gracias a Dios( bueno, a la lista de Arakis) entramos enseguida. Como ella actuaba la primera, ya estaban allí muchos amigos: Ricardo, Gema, Jesús Horror y Ana, Clara, Álvaro,... y La Prohibida, con un mono de cuero negro que le tapaba todo todo el cuerpo menos los pezones ( concepto del pudor travesti), posando en el photocall. Como para hacerse las modernas, al lado habían puesto unos cubos blancos donde proyectaban imágenes de Animatrix, creo. Uf, lo último.

No recuerdo el orden, pero recuerdo saludar a Moli, a Félix ( sin Dunia esa noche), a Ajo, a JoseC, a Jorge, Orlando, Ibon, a Jaime, que vino con Silja, a Manolo Crespo, a Aviadordeluxe, que vino con Elektro, Skizo, Agnes, mucha gente.

Nada más llegar, nos fuimos para la barra unos cuantos. Viendo lo que pasó luego, fuimos afortunados porque no tardaron nada en servirnos, por lo menos la copa de invitación. El resto, a 4 euros, y con colas de 40 minutos. Esto debe ser el concepto Nightology ese de las fiestas.

Nada más llegar a la barra ( Dios los cría...) me encontré, por este orden, con: una gafas preciosas de Dior, detrás unos ojos preciosos, y detrás una chica preciosa: Patata. Alrededor estaban Rul, Laura y Paco, y Supervago e Iko. Por fin le conocí, que no habíamos coincidido todavía. Estuvimos charlando un rato; Patata me dijo que Claudio se había comprado otra gafas de Dior, pero me reservo el comentario ( por lo menos público) hasta que no le vea con ellas; con Iko charlé del ipod, de los Mac, y de cosas así. También cotilleamos todos un rato, claro.De pronto, sonaron unos acordes, una imagen de un ataúd y una guillotina en las pantallas, y todos nos apresuramos hacia el escenario. Arakis!!


Salió con la banda, las Arakettes, que eran como ella pero en pequeñito, dos muñequitas vestidas igual, con velos de encaje negro alrededor de los ojos, y pose hiératica. Resultaron ser Gaüeca y Manu Arregui, que además había hecho los visuales, espectaculares. Entre el público, también estaba Richard. Las canciones, de nuevo remezcladas, son chulísimas. Creo que tocó la versión más bailable que recuerdo de Tenía Razón, y a la gente le gustó mucho. Como siempre, después de verla, tienes muchas ganas de que saque su disco de una puta vez.


Tras la actuación, estuve paseando por el recinto, que era enorme. Recuerdo, cuando ya llevaba otra copa,y la lengua de trapo, encontrarme con Guille Mostaza, y charlar un rato con él. No sé por qué, siempre que me encuentro con él tengo impedimentos en el lenguaje, por un motivo u otro:P Le estuve dando instrucciones para superar la odisea de conseguir una copa de la mejor manera posible, porque él acababa de llegar, y como todos, supongo que se esperaba un servicio fluido de barra libre. Y digo yo que algo de catering, por lo menos. ( Los más listos, Laura y Paco, que se escaparon al exterior, a comer algo)
También estuve un rato con JoseC, que hacía tiempo que no le veía, con el ajetreo que llevo últimamente, y con Javi(el otro) ,al que tampoco había visto mucho últimamente, claro que porque se pasea por el mundo, pasándoselo en grande ( léase con tono de envidia en la voz :P) A ver si quedamos antes de que se vuelva a ir. Nos intercambiamos cumplidos sobre nuestro aspecto, como el par d epetardas que somos.

Me encontré con B.b., que no pudo llegar a tiempo de ver a Arakis. Vino con su hermana, Víctor, varios amigos más que no conocía, y María, a la que no veía desde nuestras fechorías en Benicàssim ( lo mismo que a Araceli, con la que, junto con Irene, compartimos la aventura de sacarnos una copa). En fin, por la densidad de negritas, ya se ve que, al menos para mí, fue la vuelta de vacaciones, la primera gran fiesta de la temporada.


El resto de actuaciones no me interesaron mucho, así que estuve paseando y charlando. Sin saber muy bien cómo -creo que charlando con Arakis, Manu, Richard y Gaüeca me tomaron de la mano- acabamos la fiesta en el camerino de la estrella, donde misteriosamente apareció una botella de ron. A esas alturas de la noche charlábamos por los codos. Conocí a Bene Bergado, una escultora amiga de ellas. Recuerdo estar de pronto todas enfrascadas en una charla sobre Arte, las ventajas y desventajas de trabajar en tu obra, como ellos o de trabajar dentro de un sistema de producción, como yo,. También me hablaron de un proyecto de animación de autor del hermano de Bene, que me pareció muy interesante. Todo, claro, envuelto en la dislexia y el cachondeo propio de nuestro estado a esas horas. Además entraba y salía gente, a pesar del celo con que el de la puerta se tomaba su trabajo, a pesar de la poca importancia que en realidad debía tener.

Vino B.b., y charlamos con Arakis de la bien que está el trato en el mundo del arte, comparado con el de la música; también vino Antonio Glamour, y charlamos de lo bien que está Berlín, sin compararlo con nada. Y dijo que había que ir, que él ahora vivía allí, y hacía tours por los sitios más interesantes.

Para entonces ya habían desaparecido Patata y los demás, que siempre se van a la francesa. Aunque no me importa, porque en el castigo llevan la penitencia, y se tuvieron que embutir en el coche todos para volver. Se lo merecen :P


Cuando salimos, el matadero parecía el escenario de una peli de miedo, todo casi vacío, los grandes espacios ruinosos, las luces amarillas proyectando las sombras de los camareros recogiendo, y el camino de salida, antes lleno, ahora desierto y oscuro.


El resto del grupo se fue para el Pink Flamingos, pero yo, pensando en la jornada laboral que me esperaba al día siguiente, seguí solo en el taxi para casa.