lunes, septiembre 27, 2004

La seguridad de los objetos

A ver... durante esta semana he dormido poquísimo, principalmente por culpa de los encargos extras, como la ilustración de la revista, o de la publicidad. Además, claro, de lo de la producción mensual, que tenía que terminar el jueves. Encima, ha venido un nuevo miembro al equipo de animadores, un chico irlandés, y me he tenido que encargar de explicarle un poco de qué va la peli, método de trabajo, los personajes, y todas esas cosas, para que se ponga al día. Ah, bueno, y algún conciertillo y alguna cena que ha caído, claro :P

El martes quedé a cenar con Nacho, JC, G.C, Pelayo, y Pilar y Juan. Fuimos a un restaurante en malasaña como muy fino, muy moderno, y con platos muy grandes y poca comida. Que no me quejo, oiga, que para la dieta me viene chachi. No recuerdo mucho de lo que hablamos, pero sí recuerdo que la isla Tortuga había desaparecido, y yo no me lo creía. Hablamos algo de libros, y de mi vida sentimental, pero lo despaché pronto, y pasamos a otra cosa. No charlé mucho durante la cena, creo, aunque seguro que si lo preguntara, todos me dirían que no paré, como siempre.

Nacho me regaló

  1. el último libro de Michael Moore.

Se lo cogí, pero le dije que ya empezaba a estar un poco harto de estos libros, que yo también me compro, claro, pero que ya empiezo a saber muchísimas más cosas de las miserias americana s que de mis miserias, y no puede ser


Cuando llegué a casa, me tuve que poner con la ilustración de la revista MTV, que la llevaba con retraso, y me acosté tardísimo, para variar. Tenía miedo de acostumbrarme a dormir tres horas siempre, e ir como un zombie, pero hoy, que he dormido 8 horas, he trabajado muy a gusto, y me encuentro un poco más animado, he comparado, y veo que no hay nada como ir bien dormido.


El miércoles estuve trabajando en los polígonos, acabando un rollo de plano con una perspectiva forzada tremenda, por la posición de la cámara,y animando pasos, que es una de las cosas más difíciles de hacer. No teníamos respuesta de escenas enviadas, y nos enteramos de que el director se había ido de viaje de negocios, y sin avisarnos. Y nosotros esperando Oks, para poder facturarlos. la gente andaba un poco histérica. Un día chupi.

Volví a casa, y avancé en la ilustración. Esta vez el tema me salió fácil, peor era un poco truculenta de hacer, y requería mucho tiempo, y photoshop arriba y abajo. La dejé pendiente de unos toques, y me marche a La Riviera, que tocaba Fangoria en al fiesta de los 40 principales. En la puerta me encontré con Anthía, Jose Luis, Álvaro, Jone y Jorge. Estuve a punto de darme media vuelta, por el dichoso paripé de los pases de puerta, y los bordes de la puerta, y el cansancio, y el mogollón de gente, pero me pareció mal educado, después de queme invitaran, y me quedé.

Una vez en los camerinos, me alegré, porque estaba mucha gente, incluso Mari, y Gema, y Marta y Mario, que salían a bailar como las Nancys Rubias, en el regreso después del verano. Y muchos muchos más. Con tanta gente y jaleo, me lo pasé muy bien. Además, el cátering era de Lhardy, y estaba riquísmo. Todos comíamos a espaldas de Mario, que está en contra de que la gente coma, y a favor de la extrema delgadez. Siempre chilla que en su grupo no se come, y tiene a las pobres Nancys esclavizadas, pero yo le chillo que no soy de su grupo, y me meto un cacho de tortilla de patatas en la boca. Claro que Juan Pedro es del grupo, y se la mete igual, sólo que se agacha entre las bolsas de vestuario, y la engulle allí, como una bulímica clandestina.

Vimos el concierto, nos volvimos a chismorrerar al camerino, y me marché un poco más tarde que algunos, peor antes que otros, porque tenía que darle los últimos toques a la eterna ilustración. Que por fin acabé, y envié.


El jueves a medio día volé a Barcelona. Tenía algún asunto que resolver allí, hacía más de dos meses que no iba, y eran las fiestas de la Mercé, la patrona. En el aeropuerto me compré dos libros:


  1. On Writing, de Stephen King, y

  2. The Autograph Man, de Zadie Smith

Ya me he empezado a leer el primero. ES un librito delicioso ( qué adjetivo más cursi) sobre el oficio de escribir. Me lo habían recomendado, y no me está decepcionando. Estoy un poco redescubriendo a Stephen King. que me gustaba mucho en la adolescencia, y luego desdeñé porque una cosa típica de la post-adolescencia es desdeñar los libros que te gustaban en al adolescencia. Pasé años sin leerle. Luego Nacho me empezó a pasar algunos de los últimos, y me han gustado. No me vuelve loco, pero es mucho mejor de lo que recordaba. Y este libro se lee muy bien y e muy entretenido.

También me compré en el duty free:

4. All about the eyes, de Clinique, para las ojeras. Poco sueño, y algún agobio, todo fuera con la cosmética!!

Por la tarde solucioné algunos de esos asuntos, y luego me fui con mi hermano V. (el nombre de los tres hermanos empieza por V, extravagancias de mis padres) al otro concierto de Fangoria. Hacía meses que no veía uno, y me tocaron dos seguidos, así que guay. En la canción Electricistas se fue la luz justo al final de un compás, y quedó como falso final espectacular. Quedó hasta gracioso, aunque al principio todo el mundo corría como loco. Luego se arregló, y acabaron bien.


Desde que juegan( jugamos) a lo de las listas, los conciertos cada vez son más cerdos, y Olvido y Chris se refriegan con Jesús cada vez que pueden. Y en la versión de los Ramones, se ponen guarros guarros, todo como de retozar todo el rato.


Después del concierto vino muchísima gente, y estuvimos charlando muy entretenidos. Y comiendo hamburguesas, que juro que aparecieron amontonadas sin saber yo cómo. Cayeron:


  1. 3 copas de cava

  2. 2 copas de Ron Miel, no confundir con una bazofia llamada Licor Miel. Faltaría más.

  3. 1 hamburguesa y media ( que le picoteé a Nacho mientras posaba con los fanfatales, me temo que hay testimonio para el diario gastronómico)

  4. cierta cantidad de patatas con mayonesa, que yo no quería pero no recuerdo cómo acabaron en mi mano al irnos. Menos mal que mi dietista no lee mi diario

Estaba Álvaro con Virgili y Patricia. Y un chico arquitecto, que se llamaba Iker y que conocieron en Chicago, y que les hizo una propuesta de escenario, como Zaha Hadid con los Pet Shop Boys. Vinieron dos chicas de Barcelona que conocimos Nacho y yo en un Plan Travesti, Dolors y Bea , con dos amigos suyos , Roger y Antón, y muchos fans que se querían hacer fotos. Ahí estuvimos charlando y copeando hasta las tantas, que el grupo se retiró al hotel, porque volaban a las Canarias, y nosotros nos dispersamos. No quería salir a bailar, porque tenía mucho sueño, así que nos fuimos a tomar la última al Sweet, el local de Souver,que ya me estoy acostumbrando a ir cada vez que estoy en barcelona. Y luego acabé un rato en el piso de Dolors y Bea, porque insistieron en que debía experimentar las vistas desde su ático. Lo hice, y madre mía, si valió la pena. Se veía casi toda Barcelona, la sierra de Collserola, con el Tibidabo y la torre de telecomunicaciones, y el cielo lleno de nubes, a punto de llover.


El viernes empecé la cura de sueño, y perreé todo el día, tirado en casa, con mis padres cuidándome. Por la noche tenía cena en casa de Arantxa y Alex, con amigos del colegio, que hacía mucho que no veía: Esther, Xènia, Ferràn, Jordi, Gema, y Paul y Núria, que vinieron de Londres. Núria está embarazada de Paul, que es inglés de origen chino. Tengo mucha curiosidad por ver a la criatura, porque dicen que todos los mestizos son muy guapos. Durante la cena nos pusimos al día de lo que hemos estado haciendo desde la última vez que nos vimos, y como todavía no había pasado con algunos de ellos, a pesar de llevar más de 6 años en Madrid, tuve que pasar por la eterna charla-polémica Barcelona vs. Madrid, que me aburre profundamente por la de topicazos que se lanzan. Pero bueno, como el sarampión, ya está pasada, y creo que no queda ninguno en Barcelona por sacarme el temita. También charlamos de cómo vivimos el 13-M, de cotilleos de antiguos compañeros de COU, de nuestros trabajos, ... y del precio de los pisos, claro. Me lo pasé muy bien. siempre que les veo pienso que les debería ver más a menudo.


El sábado por la mañana me fui de compras con mis padres. En la calle Avinyó me compré


9) 1 americana de segunda mano


No sé por qué, prefiero gastarme lo mismo, o menos, en una usada que en un engendro nuevo de poliespán de Zara. Están mejor hechas, abrigan más, y por lo menos no son todas marrones o azul marino. También me compré


10) 5 pares de calcetines en Calzedonia, que no sabía que vendían de hombre, y ahora lo sé y estoy muy contento.


Cuando llegué a casa mi padre empezó a sacar americanas suyas antiguas, y me llevé


11) 2 americanas de los años 70-80


suyas. Me hizo mucha ilusión ponerme la ropa que ha llevado mi padre. Rollo sentimental, será. Espero no estropearla nunca, y que me dure mucho mucho, papi. También me regaló


12) un par de pantalones Dockers


que se le han quedado pequeños y a mi me van chachis, con mi nuevo peso. Esta temporada tengo que deshacerme de mogollón de ropa por cambio de talla. Lo que me permite una orgía consumista con al conciencia immaculada.


Por la tarde fui al Fórum con Antón, pero vi muy pocas cosas, porque no quisimos hacer colas de más de una hora, y como era el último día, estaba todo petado. Yo acabé un poco harto de tanta diversidad, sostenibilidad, paz y diseño. Todo muy Barcelona. Pero , en fin, no me voy a poner cínico, y diré que me gustó. Estuvimos en una charla con Bianca Jagger, que por lo visto es embajadora de los Derechos Humanos ( lo que quiera que eso signifique). Contestó a muchas preguntas sobre lo malo que es Bush, el hambre en el mundo y cosas así, de una manera bastante superficial y predecible. Esperaba cierta originalidad y provocación, peor creo que estoy muy mal acostumbrado por leer tanto a Gore Vidal. Yo me moría por preguntarle si es cierto que Mick se acostó con Bowie, y cómo era estar con Warhol en Studio 54, pero me temo que era tomarse el espíritu fórum (qué-buen-rollo-qué guays-somos-por-estar-aquí-viendo-tantas-cosas-multi-culturales-no-olviden-comprar-la-taza-souvenir -con-la-cara-de-Gorbachov )un poco a la frívola.


Me quedan cosas por contar, pero como tengo sueño, diré que el sábado, después de cenar con mis padres, pasé por casa de Quique y Rosa, vi de nuevo a Alex y Arantxa, y a Jordi y Roser. Y luego salí un ratito, al Arena Classic que hacía años que no pisaba y sigue con la misma música, chochi, sólo que además ahora suenan todos los triunfitos, por si querías caldo... Ale, hasta dentro de otro lustro.


El domingo, mi hermano me metió en el ipod unos discos que se bajó para mi:


13) 1 disco de Kings of Convenience, Riot in an empty street

14) 2 discos de The Notwist


Por la tarde, ya en Madrid, me paseé por los Austrias oyéndolos. Qué música más bonita. Me encantan las puestas de sol de Madrid. Mucho mejores que las de Barcelona, dónde vas a parar.