Donde cuento cosas que pasaron hace más de una semana
La semana, contada de fin de semana a fin de semana, empieza y acaba con cenas. El sábado pasado( no éste, quiero decir, sino el anterior-debo intentar actualizar más a menudo, a pesar del caos-) quedamos a cenar Nacho, Genís, Manolo, Javier Liñán, Bibiana y yo, aprovechando que Astrud vinieron a Madrid a dar un concierto gratuito en Callao el domingo siguiente. La cena, en un italiano frente al hotel donde se alojaban, fue... efervescente es la palabra que me viene a la cabeza. los temas volaban de un lado al otro, saltando sobre ellos, todos charlando y aportando cosas. Si intento recordar cosas sobre las que hablamos, salen cosas como nuestras series favoritas ( Sex and the City , Nacho y yo sí, Genís no; Aquí no hay quien viva, casi todos sí, Nacho y yo no, Friends creo que casi todos sí, yo no; Siete vidas yo sí, algunos más, pero Nacho creo que no, Dos metros bajo tierra todos sí...). También charlamos del ipod, porque Bibiana está enganchada, lo que les dio oportunidad de hablar de discos nuevos y de los que redescubres al meterlos en el aparato y tenerlos siempre a mano. A mí me encanta oír hablar a la gente de la música, porque como yo no tengo ni idea, aprendo mucho, y me apunto cosas que debería haber oído y ni sabía que existían. También tocaron la parte industrial del asunto, cosa que es todavía más jugosa, rollo las listas de ventas, y cosas así. Por cierto, manolo está en contra del ipod porque él es del minidisc. le dije que comprendía lo que se siente al estar en el bando perdedor: yo fui d ellos que tenía un laser disc, y ahora sólo puedo usar los discos para simular que gano un disco de oro, o algo así. En la mejor tradición de La Tarzana, dijo: no tengo ipod: tengo bici. se había comprado una plegable chulísima, que lleva a todas partes. Todos envidiamos el carril bici de Barcelona.
Luego hablamos de la profesora de literatura de Genís, que le inculcó el amor por Góngora. Cosa que se nota en la canción de los poetas, y en aquella de Hidrogenesse que se basa en un poema suyo. Esta profesora, según nos contó, se casó con una figura emblemática del mundo universitario. Cuando se divorciaron, todo el mundo intentó echarla pero ella resistió; cada año se presentaba a la plaza de cátedra, y cada año la rechazaban, pero ella seguía allí. Su única forma de sabotaje consistía en explicarle a los alumnos todos los tejemanejes de las reuniones del claustro de profesores. Tal y como lo contó Genís, me pareció una figura heroica fascinante, y me apetece que su historia quede reflejada aquí.
Como he dicho, saltábamos de un tema a otro: el piso de Javier y Bibiana, la profe de yoga de ella y Clara, y la nuestra ( por cierto, M auro y Clara, tantodecir en la cuña de Radio 3 que les avisaran, y ellos de puente... ejem...)
Luego tocamos el tema de uno de los recientes reportajes de El País Semanal: Elena Benarroch. No la soportaban, que estaba en todo los fregaos, y encima peletera ( Genís es vegetariano). Les comenté que debe ser la mujer de España que lo hace todo, y contestaron: No, es EL HOMBRE de España que lo hace todo; como pudiste comprobar si estuviste en el concierto. También hablamos extensamente de la secta de la Cienciología, de los puestos de responsabilidad que están copando, y de cómo pasas de una sede en la calle Montera a otra al lado del Congreso.
Por lo visto, la revelación súper importante que te hacen cuando eres un miembro veterano de la orden, es que en realidad estamos poseídos por espíritus extraterrestres. A mí, la verdad, me apetece apuntarme para ver cómo es el proceso que lleva a una persona aparentemente madura y crecida, dueña de su vida y carrera, con toneladas de sex appeal, digamos como Tom Cruise, o yo mismo, ¿por qué no?, a tragarte eso sin :
a) descojonarte en su cara
b) mandarles a la mierda.
Así que a lo mejor me apunto, y lo cuento.
En fin, los que fueron al concierto ya saben lo que opinan de eso.
Charlamos tanto, de eso y mucho más, que en vez de una ronda de limoncellos ( se escribe así), nos tomamos tres.
El concierto del día siguiente fue surrealista, en plena calle, con gente que no sabía lo que iban a ver, con montones de fans cantando en plena Gran Vía que todo les parecía una mierda, como si estuviéramos en la calle Génova hace unos meses, mismamente. Con Manolo y su ukelele y con Genís gritando contra Tom Cruise al acabar. A mí me encantó, y me acordé de lo que dijo Mauro en el palacio de Congresos el otro día: estos dos se están volviendo muy grandes.
Después charlamos un rato toda la panda de conocidos que andaban por ahí, Araceli, Irene, Pablo, tan tan tan mono con su refriado y su timidez, y luego me fui a cañear y comer con JoseC, con Lupe, Orlando, Ibon, Tito, y Fran e Inma. primero estuvimos en la cervecería de la plaza de Chueca, y luego en un chino donde , como siempre, nos atiborraron a platos, y eso que pedimos un menú para dos menos de los que éramos. Otra vez fue todo un charloteo y un cotilleo, y otra vez aprendí un poco más de música. Los Mano de Santo me recomendaron un disco de Black Box Recorder que se llama Passionnoia, o algo así.
Descubrí que Jose y yo nos complementamos muy bien para contar cosas que los dos conocemos, porque yo soy como muy inoncentón, y me impresiona todo, y lo magnifico, y el otro es como muy opinionado, escéptico, y algo ( ¿algo?) ácido,a sí que , por lo menos para mi, es muy divertido contrastar opiniones sobre cosas y personas con él.
Salimos del chino como a las seis de la tarde, atiborrados, y nos fuimos un rato a la fnac, y yo luego a casa, a preparar trastos, porque esa semana empezaba la sobras.
Y eso ha sido toda la semana: a las ocho me llegan los obreros rumanos; se ponen a picar y a generar polvo; luego llega el jefe de obra y me empieza a preguntar mogollón de cosas que no entiendo, como aquél del corto del secleto de la tlompeta, haciendo el pozo; luego salgo corriendo porque llego tarde al trabajo en el quinto coño; para entonces, es media mañana, llego a los polígonos y me encuentro con la previsión de fotogramas producidos, y que no llegamos; y con los problemas del equipo de animadores que diriges; y con los de tu propio trabajo, que te mira como muerto de risa porque apenas tienes tiempo de tocarlo, como no sea por la noche... pero, ha ha ha, por la noche tienes que recoger un poco el polvo de las obras, retiras los plásticos si te quieres sentar un rato en el sofá, y cagarte en alguien por no haberte acordado de poner el dvd del concierto de los Pet Shop Boys en su caja, y ahora está lleno de polvo . El único que se lo pasa en grande es Pancho, que tiene mogollón de cosas que explorar, y sitios donde subirse. Lo sé porque llego está todo lleno de huellas de patitas de felino. Queda precioso. Y luego intenta ( sólo intenta) no irte a dormir muy tarde, porque a la mañana siguiente... a las ocho me llegan los obreros rumanos; se ponen a picar y a generar polvo; luego llega el jefe de obra y me empieza a preguntar mogollón de cosas que no entiendo, como aquél del corto del secleto de la tlompeta, haciendo el pozo; luego salgo corriendo...
En medio de todo el caos, a veces me paro y pienso que todo esto lo he hecho porque he querido, que espero que acabe bien, que existe algo muy gratificante en tener en tus manos( bueno, metafóricamente) el levantar tu casa, en que a veces estoy acojonado, pero que lo mejor es siempre lo que sucede. No sé cómo voy a salir de ésta, no sé que pasará con mi vida el año que viene, si los proyectos saldrán, porque no sé nada; o si volveré a verle, porque le echo de menos a veces. O si el color que quiero para el suelo de mi cocina es blanco o negro.
Ah, bueno, el mejor momento sin duda de la semana, o de los últimos meses, ha sido descubrir que so y gilipollas, y no sé manejar el calentador. un mes duchándome con agua templada, que a las ocho de la mañana parece fría, y el otro día descubrí que la rueda del máximo giraba hacia el otro lado. Valóralo, porque seguro que ni te paras a pensar en ello: ducharte con agua caliente es un LUJAZO
Bueno, quería contar la visita a Ikea para comprar al cocina, las llamadas de Patata borracha desde las fiestas, las broncas de Nacho por no actualizar ( ayer por la noche saqué el ordenador de debajo del plástico anti polvo), la vuelta de Javi, las pelis del festival de cine gay y lésbico, incluída la última burrada de Bruce laBruce, que es total, o la cena con Nacho, Roberta, Elektro, Mari, Mario, Olvido y Jean Claude. Pero como me temo que la mayoría de días de esta semana van a ser : “ a las ocho me llegan los obreros rumanos; se ponen a picar y a generar polvo; luego llega el jefe de obra y me empieza ...” pues ya lo iré contando poco a poco, que esto vuelve a ser muy largo.
Ah, y menos coñas con la muñeca valentina, que gatea y camina, hombre!!!
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