Diario digresivo
Bueno, escribo un poco por disciplina, porque estos días no me ha pasado nada relevante. Como este fin de semana lo empiezo el viernes un poco antes de la hora de la comida, porque me voy de boda a Vitoria, pues tengo que hacer horas el resto de días. Tampoco es que me controlen mucho, pero debo entregar dos planos este viernes, y más me vale que los tenga, porque hay que cumplir una producción semanal de fotogramas animados, y ya vamos acumulando retrasos. Así que estos días ( martes y miércoles), he cumplido casi doce horas en el estudio. Menos mal que mañana salgo a las cinco, para ir a yoga, y el viernes pues eso, a la boda.
Además, los planos que tengo encima de la mesa me tienen encantado. Son de baile, y como ya dije, el personaje debe hacerlo con el estilo de Justin Timberlake. El martes nos llegó un dvd con sus vídeos y actuaciones en vivo, y ahí estoy, analizándolos fotograma a fotograma, tomando apuntes de poses y giros, y, lo que es más divertido, intentando reproducirlo yo, por el estudio. Es que no hay nada mejor para animar algo que sentirlo primero con tu cuerpo, notar qué músculos actúan, cómo de redistribuye el peso... en fin, que estoy entretenido.
El problema es que con mi trabajo soy obsesivo, y me paso horas y horas hasta que consigo algo que me gusta, y tirando hojas, y cabreándome. Cuando al fin funciona, entonces me pongo muy contento. Pero hasta entonces, y más con este tipo de cosas, como bailes, las pasas canutas hasta que lo resuelves.
El lunes, en yoga, charlamos un rato de Anthony Kiedis ( se escribirá así?), discutimos sobre la necesidad de tener abdominales ( la profa y Nacho insisten en que son ABSOLUTAMENTE necesarios, y yo en que paso, que me conformo con estar delgado), exploramos las causas de que a ti te puedan gustar los gordos ( o las gordas), y tú no querer estarlo, o sea, cómo puede gustarte en otros algo que no no te gusta en ti ( cosa que no comprendo, tampoco), y demás contradicciones que tenemos. Entre medias, algunas posturas complicadas, o es que yo, con tanto dibujar, me estoy oxidando.
A la salida, Nacho y yo nos fuimos de compras, yo fruta y él sandwich; aunque también me compré una cookie. Ah, porque nos pasamos la clase hablando de comida, también.
Por la noche, salí a tomarme unos vinos, con Edu, a un bar de Antón Martín que le descubrió Pilar.
El martes íbamos a quedar con ella, Carlos y Nacho para cenar, pero entre todos, a ninguno nos vino bien, y al final no quedamos. Sin excusa para alejarme del plano, acabé en el estudio hasta las nueve de la noche.
Siempre que llego muy tarde de trabajar, parece que tengo un mecanismo que me impide ir a dormir pronto. Es como si necesitara hacer otras cosas antes de acostarme, para que no sea todo dormir y trabajar. Así que ayer cambié la ropa de invierno por la de verano. Me encanta cambiar la ropa, porque siempre hay algo que tenía del año pasado que se me ha olvidado que lo tengo, y es una ilu, cuando te lo encuentras, aunque mucha ahora me va grande( je, je, je). Lo malo es que acabé planchando a la una de la mañana, viendo Crónicas Marcianas, donde ya no reconozco a ningún invitado, de lo que hace que no lo sigo.
Ah, ayer me compré el Vanity Fair, pero apenas trae nada interesante. Quizás lo único, un reportaje sobre la vida que se pega Bill Clinton, que parece una estrella del rock; y poco más. Ni siquiera el horóscopo me sirve de nada, este mes. Y una entrevista con Brad Pitt, que estará muy bueno, pero lo que es leerle las respuesta, pues como que da pereza. Mejor mirar las fotos :P Pero bueno, así sigo leyéndome la del mes pasado, que no tiene desperdicio.
Y hoy, todo el día trabajando en una escena de baile, que se me estaba resistiendo y parece que ya está encarrilada. He salido comer con Vittorio y Pepe, y hemos estado revisando en qué están trabajando los estudios, ahora mismo. No hay mucha cosa. Están esperando una peli en 3D, donde me gustaría foguearme un poco, pero de momento el proyecto se está retrasando.
Por cierto, en Dreamworks, a pesar del bombazo de Shrek 2, han despedido a 30 animadores. Mira que bien. Debería poner un email a Gabe y Line, dos amigos que trabajan allí, a ver qué pasa. Qué digresivo me está quedando hoy el diario.
Por la tarde he estado charlando un rato con Mario, nos hemos echado unas risas, y a lo mejor me voy a subir al concierto de Mano de Santo y Fangoria en Salamanca el viernes 2,y luego bajarme en el primer bus del sábado, y estar aquí paar los eventos del orgullo. Es una pena que no se pueda apuntar, porque se va fuera ese fin de semana. También he hablado con Mónica, que se viene de Barcelona a pasar un finde aquí, con su novio, porque tiene una competición de triatlón. Mi amiga Mónica es total, siempre que viene nos lo pasamos genial. La última vez acabamos chillando desde los palcos a Asier Etxeandía, en Cabaret, para que nos sacara a bailar.
Bueno, voy a ver si trabajo un poquito más, y me acuesto, que ya toca.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home