lunes, mayo 24, 2004

El mundo de Guermantes

El sábado, a pesar del trote de toda la semana, a pesar del puntillo de la noche anterior, y de acostarme más tarde de lo que pensaba, salté de la cama como un resorte, a las nueve y cuarto. Abrí un ojo, y saltando como Nosferatu de la cama, grité: ¡¡¡LA BODA!!! De un barrido por el salón encendí la tele, conecté la Ser y miré por la ventana para ver el clima. Luego me caí de bruces por tener a mi gato Pancho enroscado a los pies, pero no me importó. Ya se veía a los invitados desfilar hacia la Almudena, bajando de los autocares.
A estas alturas, querida lectora, por muy lejos que vivas habrás visto millones de reportajes, resúmenes y fotos de la boda, así que me lo ahorro. Sólo, y for the record, recojo mis favoritos. Como siempre, la infanta Elena, que se pasó por el coño lo del diseñador local, y eligió a uno bueno, que de eso aquí no tenemos: Lacroix ( para más sobre el tema, consultar la teoría de JoseC). También impresionante, como no, Rania, que aunque se saltó el protocolo, iba espectacular. Aunque algo me dice que aunque le diera por ir de baturra, sabes. También me espectaculó Marie Chantal y su pamela. Por cierto, Edu me dijo que no existe nombre más pijo en Francia, como si aquí se llamase Piluca, o Pochola, así que más a su favor. Y como nadie me lo ha comentado, súperafavor de la mujer de Nelson Mandela, que iba guapísima con esos colores. Y es que la piel negra combina muy bien con todo. Por eso yo siempre digo que de mayor quiero ser Ophra Winfrey, por lo negra y por lo delgada que se ha quedado.
Entre lo peor de lo peor, aparte de la que ya estás pensando, la innombrable republicana, me gustaría escarniar a Ana Botella y su disfraz de payaso, con ese gorrito de risa, y esa cintura de botijo. Si a eso le sumas la cara de agria por no estar sentada en al primera fila, donde la súperguapa primera dama, pues ya el espectáculo es patético.
Entre los hombres, el porte de Vargas Llosa, que debe estar harto de pasear el frac que cada año piensa usar para el Nobel ( que se joa, por ser de derechas), Jaime de Marychalar, que fue el único que se atrevió a ir con chaleco rosa y abanico( eso es destacar con clase, no como la Bosé). Lástima que se cortó de llevar pamela. Y of course, el príncipe Carlos, la elegancia personificada, que parece que nació con un paraguas.

Todo esto comentado a multibandas con mi mami, desde Barcelona, que la pobre lo estaba viendo sola, porque mi hermano y mi padre pasaban, y mi hermana estaba con su novio. En esos momentos es cuando un hijo como yo tiene que estar con una madre como ella, pero no pudo ser; con Nacho, que me iba llamando desde la furgoneta para que les contara qué iba pasando. Ellos salieron de Santiago de Compostela a las diez de la mañana, lo justo para ver a Rato entrar solito, y comentarme lo mono que le parecía, y con Mario( the real one) y Rodrigo vía SMS. Cuando ya vi toda la entrada, incluída la de Leti precedida por los monstruitos esos que se iban dando patadas, salí corriendo con Edu a casa de Alicia. Compramos en el Champion porquerías para comer y beber, y cogimos el metro. Por supuesto, nadie por la calle ni en los vagones.
En casa de Alicia, estaba Gema, la profa de yoga. Nos pusimos a ver la casa, que es espectacular, y nos perdimos el sí quiero, pero como luego lo han repetido ad nauseam, pues nada. Estuvimos hinchándonos a filipinos, patatas y fantas, tirados por el sofá. Por cierto, yo no quiero decir nada todavía, pero algo me dice que voy a ir a una boda borbónica...:P
Cuando salieron en estampida con el Rolls Royce, que parecía la comitiva americana de Bienvenido Míster Marshall pasando por delante de la gente del pueblo, estuvimos apunto de bajar corriendo a la Gran Vía, que estábamos al lado, pero nos quedamos viéndolo y comiendo en casa.
Yo cuando me emocioné mogollón fue en el momento en que se adjuntaron los caballos. Madrid estaba preciosa, que parecía Londres, con los edificios imponentes, de color plomizo, y el suelo acharolado( que es una palabra que leí en EL PAÍS y me encantó), y tanto verde. También me gustó eso que se ha criticado tanto de la emoción contenida, por el toque anglosajón. A lo mejor algunos querían pandereta y una saeta, digo yo. Y qué momentazo de suspense, cuando tardó tanto en entrar en la catedral, mientras el cielo se desplomaba sobre Madrid, y tronaba. Era todo como de película de Coppola, tan dramático. Y que risa con lo del beso, que no, que no, que no... Muy bien todo, que coño. Y muy a favor de la Leti, que no le dio la gana de besarse delante de todos. Luego le pedirían que le cortara la corbata a Felipe, y que se pusiera la liga en la cabeza, no te jode.

Entre el cotilleo, nuestra charla animada, y la siesta que me pegué en el sofá, salimos de la casa a las cinco. Por la tarde se suponía que tenía que trabajar, pero me lié a ver programas como del aftermatch, a ver repeticiones, y tonterías como Salsa Rosa, donde les das cinco horas y la misma información que a ti a un montón de gilipollas, y acaban diciendo unas chorradas de sonrojo ajeno. Por lo visto todo el mundo tenía la clave de lo que verdaderamente pensaba Leti por la inclinación de su ceja izquierda durante el ofertorio.
Afortunadamente, me dí cuenta de que, pasado el sarao, me vuelve el sentido común, y me siento republicano de nuevo. Lo digo porque, en un programa "informativo“ de TVE1 sobre la monarquía, que parecía un publirreportaje, decía que Alfonso XIII quería que su hijo Juan volviera a educarse a la España de Franco para restaurar la monarquía Y LA DEMOCRACIA (¡¡!!!). Pero si Alfonso XIII era fascistaaaaaa. Ahora resulta que los Borbones no son reyes, son Papá Noel, no te digo.

Se vino Ulía a casa y bajamos a cenar al asturiano ( para seguir con el finde temático) de la calle Argumosa. Yo me retiré pronto, a trabajar un rato, mientras ella y Edu se quedaron de copas.
Durante la cena, Arakis me mandó un mensaje donde se proclamaba megafan de Guillermo de HANGOVER ( resaca en inglés). Y es que el prenda, por lo visto, pasó de la ceremonia religiosa y se fue directamente a pimplar en el banquete. ¿Te imaginas la discusión en la habitación del Palace entre él y Carolina de Mónaco? " Que te vistas!!!!“, " Que yo no voy, que me duele la cabeza, y Rouco es una petarda“, " Otra vez me toca ir sola, qué ridículo!!!“, "Que te calles, pesada...¡hip!“ y se meaba en el cenicero de la habitación.

El domingo me lo pasé escudriñando las fotos del suplemento de EL PAÍS, y dibujando todo el santo día, porque hoy era el día de entrega de la producción mensual, así que tenía un montón de planos por acabar, para facturarlos este mes. Suerte de Nacho y de mi compinche trupero, que me amenizaron la tarde con sus cotilleos telefónicos. Quise ir al cine, primero a ver Troya ( qué pena que quitaran el cartel gigante de la Gran Vía, lo más homoerótico desde que Jean Cocteau dejó de hacer cine), y luego Cypher, la nueva del director de Cube. Pero al final tenía tanto trabajo que no pude ir. A Edu y a Uli les encantó.

Y nada, hoy día frenético, todo el mundo preparando sus planos para facturarlos este mes, revisando que todo esté bien, y a tiempo de que lo vea el director de la peli, en Dinamarca. Lo bueno es que cuando acabas, y te da tiempo de meterlo todo en el envío, te sientes muy relajado, como que tienes todo el mes por delante para volver a cumplir tu cuota, y el resto del día ( que ya era por la tarde) ha sido de como de vacaciones.

Y Michael Moore Palma de Oro en Cannes!!!!!!!