Kraftwerk y bingo
El jueves tenía cita con el dietista muy temprano, y como además en el trabajo estábamos en un compás de espera de correcciones, rectificaciones, o mejora de la comunicación con la productora, pues dije que llegaría tarde, y antes del dietista quedé a desayunar con Carlos y Nacho, a la salida de la clase de francés. Carlos ahora tiene mucho trabajo, y no se pudo quedar, así que nos fuimos los dos. Estuvimos charlando de la noche anterior, de cómo van los ensayos de los conciertos,de los diarios de Evelyn Waugh y de los de Derek Jarman. Los primeros son súper divertidos. Cuentas unas anécdotas graciosísimas, y, por lo menos en los locos años veinte, su día era: me levanté, fui a ver una expo, nos encontramos a tal amigo, que es actor, nos fuimos a un pub a emborracharnos, comimos con otros amigos, a la salida fuimos a casa de mi hermano a robarle el whisky, nos encontramos con la hija de una archiduquesa rusa en el exilio que iba vestida de hombre, la llevamos a una fiesta, nos echaron, y la metimos en un taxi para que lesbianizara tranquila con una amiga", mientras que los de Jarman son tremendos, de morirse de sida, de lo mucho que quería a su novio, ... muy interesantes, pero muy dramáticos.
Nacho me contó el viaje de Arakis a Londres, donde se encontró con Félix Sabroso, de promoción con Descongélate, y se fueron juntos a una fiesta ultra cool en el Victoria and Albert Museum, en la que todo el que era alguien en Londres estaba. Más detalles en cuanto los sepamos.
Planeamos el día, quedamos para ir a la inauguración de una exposición de cuadros de su primo para luego ir a Kraftwerk, y nos separamos.
En el dietista muy bien. He bajado, OLE OLE OLE. Me crucé con Olvido, que entraba cuando yo salía. Fue muy gracioso porque normalmente viene de persoan normal, pero como después del dietista tenía promoción, pues llegó vestida de Alaska, y tenían un sarao ella y las maris en la sala de espera, que daba pena irse. Al despedirnos, me prometió cotilleos de una fiesta en la que estuvo la noche anterior.
Vino a comer al estudio mi amiga Tere, que hace tiempo que no nos veíamos. Nos hicimos fotos, me enseñó animaciones que está haciendo con flash, y me trajo canciones nuevas que está componiendo. Quedamos para cenar o copear lo antes posible.
Por la tarde, salí pitando a yoga. Infiere de ésto, querida lectora, lo que llegué a trabajar ayer. En clase sólo estábamos Gema la profesora, Ricardo y yo, así que fue muy tranquila. Comentamos también la noche anterior, que es una cosa que hacen continuamente en los libros de Evelyn Waugh, e hicimos alguna postura nueva, que casi me rompo. Y de allí, corriendo a casa, a dejar las cosas, que había quedado para la expo.
Me encontré con nacho en Antón Martín, y conocí a dos chicas muy simpáticas, Isa y Deirdre, que también venían. La expo se llama El Valle de los Travestidos. Últimamente mi vida está tomando cierto cariz monotemático, pero de verdad que yo no tengo la culpa. El autor es un primo de Nacho, que se llama Villa-Toro. Al llegar vimos a Orlando en la puerta, porque dentro ya no se cabía. Debía ser porque había llegado Massiel ( ;-P). Ah, y conocí a una figura ya mítica para mí, la tía de Nacho, Vicenta. Me había contado muchas cosas de ella, pero nada como verla en acción, en vivo. Nada más verle, le gritó que entrara. Nacho se encogió, y dijo que no le apetecía. La buena señora empezó a golpearle la espalda, chillando ES QUE ERES MUY TÍMIDO, COÑO, ENTRA, ENTRA!!!! mientras me guiñaba el ojo. Yo me moría de risa. Comprenderás que me hice fan ipso facto.
Dentro, estuve viendo los cuadros. Son retratos de travestis, pero ninguna se parece a la modelo, y son toda sun poco iguales. Pero eso sí, los colores son preciosos, así que me alegro de tener un catálogo, que Orlando se ofreció a guardarnos graciosamente, para no tener que llevarlo al concierto. Al salir nos encontramos con Rubenimichi, me dieron más chapas de las que triunfaron la noche anterior, de Pitita y Michael Jackson, para amigas que me las habían pedido, y Nacho y yo nos metimos en un taxi, camino de la Riviera. El trayecto fue homérico, porque al pasar cerca de Lavapiés, empezamos a imaginar posibles atentados que podían cometer los terroristas islámicos. Llegando al delirio, el taxista, que parecía de una peli de Almodóvar, se animó, y aporto sus apocalipsis particulares. Le encantaba la idea de que iban a rociar gasolina en torres y quemarlas. Cada vez que pasábamos por una decía "mira la torre, mira la torre, toardiendo". Yo creo que le ponía.
Entramos a la sala, y quedamos con Fran e Inma, de Mano de Santo, que también venían .Por cierto, creo que ya te puedo decir que van a ser teloneros de Fangoria en uno de los conciertos en Madrid, así que era muy divertido ver la cara que ponían al ver La Riviera rebosante, e imaginarse en el escenario. Los pobres, decían que como nadie les conocía iban a contratar a músicos profesionales, que ellos no tocaban. Qué tontos. Fijo que triunfan, y se hacen famosísimos, y se forran, y forran a Genís, y hasta sale el disco de Arakis y todo, ya que estamos imaginando :P
Nos encontramos a Luis y Belén Kan, los otros teloneros, y nos vimos el concierto. De Kraftwerk sólo conocía dos canciones, Autobahn y The Model ( que yo bauticé She's in Fashion, demostrando mi vasta cultura musical, y mereciendo una noche entera de escarnio. Eso me pasa por salir con estrellas del pop). Menos mal que Fran me iba diciendo: ésta es famosa, ésta es del año tal, ésos son los miembros más antiguos, etc. Me gustaron mucho Radioactivity y otra así como más bailongas, porque siete minutos de rayada sin letra y soniditos podía ser un poco tostón sin haberte tomado una pastillita...A pesar de eso, el concierto me encantó. Especialmente los visuales,y cuando tocaron We Are The Robots ( digo yo que se llamará así, que luego me insultan por no saberlo...), y salieron unas robots con sus caras, todos graciosísimos saludando.
A la salida, se produjo el momento de la noche. Nacho Canut se topó con Cocó Ciëlo. Fue como cuando el papa y Gorbachov se dieron la mano. Cocó sonreía todo el rato, súper amable, y Nacho parpadeaba, arraebatado por la emoción del momento. Le regaló un cd que está a punto de editarse con la música para las instalaciones de Ana Laura Aláez, que a mí me encantan. Especialmente Superficiality. Me alegró mucho saber que por fin las van a publicar-
Recuperados del shock, bajo el diluvio, nos metimos en un taxi y fuimos a cenar al VIPS Inma,Nacho, Fran y yo. Estuve a punto de saltarme la dieta y pedirme tortitas con nata, peor me contuve. Eso sí, me tomé un copazo, que me animó para toda la noche, y sólo por 4 euritos ( Mario, vida, qué descubrimiento, lo de las copas en el VIPS). Nos hicimos fotos para el diario gastronómico, y vinieron más amigos de Mano de Santo: Iván, Joaquín y Manu . Nos acabamos las copas, y fuimos al Enfrente, a ver a Roberta y La Prohibida. En el bar había un ambientazo. Estaban, aparte de las dos divas, Félix Daniel, que había venido de Bilbao, demás parroquianos truperos que no se pierden una: Aviador, Elektro, etc...,...los sospechosos habituales, vamos. Estuve charlando con Roberta sobre ciertas audiciones importantes, con la Prohibida sobre un favor que Edu le tiene que hacer, y saqué muchas fotos que quedaron muy graciosas, porque la gente se lo estaba pasando en grande. Nacho, as usual, despareció sin que nadie se diera cuenta. Al terminar la sesión ( con La Prohibida cantando You Only Live Twice. La primera travesti Bond, y con Roberta pinchando Last Dance), se fueron a A Noite, las muy viciosas. Yo no quería ir, te lo juro, querida lectora, pero Roberta me agarró del brazo y me llevó. Mereció la pena, desde luego, porque salió divertidísimo. Estaba actuando la travesti que imita a Sara Montiel en La Mala Educación, con otra, las dos súper ordinarias y divertidísimas. Nosotros, que éramos como veinte, nos acomodamos en sofás, y de pronto se montó un bingo. Es una pena que Mario Vaquerizo no estuviera, porque le encantan los bingos con travestis. Salió tan tan gracioso. Además, cantaron línea y bingo dos de nuestro grupo, así que todo quedó en casa. Los amigos de Fran e Inma, que no salían mucho por Madrid, estaban encantados de estar allí. La verdad es que nos reímos muchísimo, y fue un poco uno de esos momentos bizarros, e irrepetibles. Hasta que me dí cuenta de la hora que era, de que hoy trabajaba, y más me valía dormir algo. Así que un poco como Nacho, me escabullí, y a la camita.
Jesús, que día más intenso.
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