domingo, marzo 28, 2004

Hedonismo tristón

Siempre me pasa lo mismo. Si me acuesto a horas intempestivas, porque vengo de fiesta, nunca me levanto más allá de la 1, o las 2 de la tarde, y si me acuesto temprano porque no salgo, me despierto a la misma hora que si tuviera que ir a trabajar. Tengo la sensación de que nunca podría hacer una cura de sueño, de esas que te tiras 20 horas durmiendo. A penas he pasado jamás de las doce horas, y en casos de mucho cansancio. En fin, que el sábado estaba escribiendo la entrada de ayer como a las 8.30 de la mañana. Mientras fuera nevaba.

Después de actualizar, me dediqué un rato a la ilustración que tengo que entregar el lunes. Cuando ya empezó a haber actividad en la casa, preparamos un súper desayuno. Porque es otra cosa que me pasa, que no sé si a tí también: mo puedo comer nada recién levantado. Hay gente que lo primero que hace después de salir de la cama es prepararse un café, y meterse una magdalena en la boca. Yo moriría asfixiado, creo. Necesito que pase un rato para tener algo de hambre. Pues eso, que para entonces ya procedía, y me comí un señor desayuno, con churros, café con leche, minicroissants con queso fresco y jamón de york, y fresas. Rico rico rico. Después, toda la mañana de ilustrador.

Después de comer me escapé a ver la peli nueva de Disney, Hermano Oso. Un peñazo, de verdad. Luego la gente dice que el 3D arrasa porque es nuevo, porque la gente quiere verlo. No me extraña, si es que se hacen mejores películas! Ésta era una sucesión de clichés, hilvanados en una historieta con un poco de interés, y con algún toque de emoción, sobre todo al final ( pero recuerda que, como soy una dramacuín, soy muy fácil de emocionar). ¿Pero es que hasta copian escenas de otra pelis suyas, descaradamente! Al principio, y sin que venga a cuento, aparece el chaval corriendo delante de una estampida de renos, o alces, o lo que sean. Pa mí que reciclaron planos de la estampida del Rey León, y les ponen cuernos más grandes. Y la estampida, no aporta nada de nada a la trama. Ni la animación, que por lo menos a mí me salva algunas pelis, es especialmente buena. Se nota que los pobres artistas piensan: "Oooootra vez". Es curioso cómo la sensación de participar en algo interesante estimula tu creatividad, y obviamente no es el caso desde hace algunos años en chez Disney. Los dos osos protagonistas me gustaron, pero los humanos eran recicles de Lilo y Sticht ( ésa sí que era graciosa), y el resto de osos parecían del Don Miki. Y qué coño pinta Phil Collins, con la mierda canciones que ha hecho!!. Si es que me revolvía en la butaca... por cierto, hablando ayer de Private Dancer, y resulta que Tina Turner canta alguna canción. Pega muchísimo, sí sí... Vamos que para osos prefiero Cachorro, y eso que tampoco me gustó mucho.

Después del cine me pasé por la fnac, que quería ver un disquito, y acabé con el disco y dos libros. Lo de siempre. Me compré el cd de las Scissor Sisters, y un libro de Robert McKee sobre guión y estructura de las historias. Muy interesante, recomendado por Vanity fair. También cayó Decline and Fall, la primera novela de Evelyn Waugh, que me faltaba. Recordarás que me estoy leyendo los diarios, y disfrutando como un enano, así que he decidido completar la bibliografía de este señor, y tenerlos todos todos. También me leí un ensayo de David Lodge ( otro escritor inglés muy interesante, contemporáneo) sobre Waugh, aprovechando que te puedes pillar los libros y leértelos un rato. Hablaba sobre la capacidad de este hombre para hacer reír sobre situaciones que sabes que en el fondo son tristes, de personajes desorientados, de la generación de durante o después de guerras mundiales,que utilizan el hedonismo para huir de esa situación, sabiendo que no es una salida, de diletantes que te partes con sus cotilleos de la mañana siguiente sobre la fiesta de ayer noche mientras sabes que el día que les espera va a ser malo, de amores que empiezan sabiendo que quizás no durarán...La vida misma. En cierta manera, el momento actual, con esta especie de guerra fantasma contra el terrorismo, con esta incertidumbre cósmica que nos invade, de cambios de paradigma, podría ser similar a los años veinte, y la respuesta de algunos de nosotros, la misma. Desde luego, me identifico perfectamente con el hedonismo tristón de este señor. Muy recomendable, Evelyn Waugh. Por cierto, hace poco descubrí que era el autor preferido de Neil Tennant. Muy coherente, ¿no crees?

El disco de las Scissor Sisters, después de un par de escuchas, me encanta ( quitando quizás dos). Mi favorita es It can't come quickly enough, título que me sugería indecencias, y luego resultó ser una canción muy triste. Y las letras son buenísimas, desde las divertidas hasta las melancólicas. Ah, muy buena y bailable Filthy/Gorgeus ( gran título).Y por supuesto súperafavor de la imagen y la actitud del grupo.

Durante la tarde, hablé con Nacho sobre los planes para el plan travesti, de futuros conciertos ( nos vamos al de Miqui Puig y a Kraftwerk), de canciones que piensa pinchar y que no, de Barcelona y Madrid, de La Mala Educación, y del peligro de las pelucas de las travestis. Por cierto, me dijo que a lo mejor pincha esta noche Mario Vaquerizo, en El Plan. Sería una incorporación espontánea de última hora. Ojalá ojalá ojalá. Nada más colgar, me llamó Tere, que hacía tiempo que no charlábamos, y nos pusimos al día de cosas. Entre ellas, muchas tremendas, que les habían pasado a gente que conocemos. Queda un poco tétrico, dicho así, pero es que empezó a preguntarme qué sabía de fulanita, y mira, pues le ha pasado ésto, de menganito, pues mira, su padre bla, bla, bla, ah! y me olvidaba de que tal se ha suicidado. En serio, era muy fuerte. Si hubiéramos grabado la conversación, y la escuchas, flipas. Afortunadamente, nadie de nuestro círculo íntimo, peor aún así era chocante. Menos mal que nos reíamos un poco de todo, que si no... Un contraste muy típico, pasar del Plan travesti al suicido, muy del espíritu de los tiempos.
Y para acabar, hablé con JoseC, que también estaba recluido en casa, con Spiderman. Los dos estamos hasta arriba de trabajo, por culpa de personajes de ficción que nos esclavizan. Menos mal que podía dibujar mientras hablaba, que si no, no hubiera avanzado nada, ayer noche.

Después de todo, no vas a dejar de socializar por culpa de algo tan absurdo como el trabajo, ja!