Parece que ya llega la primavera
El jueves, 11-M, amaneció despejado. Poco después de las bombas, el cielo se cubrió, empezó a llover y bajaron las temperaturas. Hasta ayer. ¿Te fijaste que salió el sol y hacía calorcito?Después de votar( veinte minutos de cola!!! ), me fui con Edu y Ulía a pasear por el rastro. Busqué zapatos de madelman para Vittorio, que está tonto con el coleccionismo, miré discos y dvds. Nos probamos ropa de segunda mano en el Underground, y me encontré con Olvido, Mario y Juan Pedro, que habían comprado un bambi de alambre de los setenta para poner macetas en la terraza. Me alegré mucho de verles, tras los terribles sucesos de la semana, y quedamos para cenar o algo en los próximos días.
Después nos tomamos unas cañas con gente de la plataforma Cultura Contra la Guerra, Rubén, Yolanda, Margallo y Petra, Jordi... Quedamos para ver los resultados por la tarde, y me fui a comer. Como a Ulía le dejaron el dvd de Hay Motivos, aprovechamos para verlo mientras comíamos. Tiene algunos muy buenos, especialmente el de Jose Luis Cuerda, y el de Isabel Coixet, aunque me arrepentí de verlo ayer, porque me calenté, y pensaba que si volvían a ganar me tendría que exiliar.
Por la tarde me pasé a ver a Quino por la Latina y tomamos un poquito más el sol. Luego me volví a casa, y me dediqué a dibujar, que me calma bastante. Hasta que cerraron los colegios electorales y empezaron los sondeos, los recuentos, y el fantasma de las remontadas finales del PP, del voto oculto, y todo eso...Me tomé dos valerianas y me largué para casa de Rubén. Allí estaban los de la mañana en el rastro, además de Marisa, Nines, Marga,la hermana de Ulía, y Enrique. Poco a poco nuestras esperanzas se iban confirmando, así que me relajé y empezé a disfrutar. Llamaron mi hermano, mis padres y Alex desde Barcelona. Me dijo que Carod Rovira había recitado estrofas de Pongamos que hablo de Madrid en la televisión catalana, y que estaban emocionados. Yo llamé a Nacho, que salió a cenar para celebrar la pérdida de la mayoría absoluta y al volver se encontró con los resultados, y Arakis, que cocinaba tranquilamente, sin querer saber nada hasta que estuviera escrutado el 85%. Sacamos el vino, las patatas, los bombones...nos acordábamos de los esfuerzos en las campañas de no a la guerra, recordamos batallitas, nos emocionamos juntos, pusimos la primera para despedirnos de Urdaci. Nos acordamos de la gente que murió, lloramos y bailamos.
Al salir a la calle, nos encontramos con una explosión de alegría, la gente se abrazaba, aplaudía y tocaba las cacerolas en las ventanas. Ellos decidieron hacer la ruta de IU y PSOE, y yo me fui a tomar una copa con Edu y Maria. Por el camino un apareja me preguntó quien había ganado, y les dije que la izquierda, y ellos saltaron y nos abrazamos. Seguían las cacerolas. Llamé a Arakis, que ya estaba bebiéndose un copazo de despedida del PP, y a casa de Mario y Olvido, donde brindaban por el cambio. Nacho me dijo que notaba que ya llegaba la primavera, y me di cuenta que no hacía nada de frío. Puso palabras a un pensamiento que me rondaba por la cabeza, y era que ya, pasada media hora del fin de la era Aznar, todo lo podrido se empezaba a desmoronar. Nacho me dijo que sería como la Thatcher, una figura que nadie ha revindicado luego, que su mandato se recuerda ahora como algo oscuro.Fíjate en las películas inglesas. Estoy convencido que será así. Al tiempo.
Después de las copas, me cogí un taxi a Ferraz, pero cuando llegué me dí cuenta de que tampoco me apetecía estar allí. No tenía el cuerpo para fiestas, lo que no deja de ser irónico, después de un año esperando celebrar ésto. Además,me pasa como en las manis, me pone nervioso ver amucha gente gritando lo mismo al mismo tiempo, y más si son militantes. Me alegraba muchísimo de lo que había pasado, claro, pero mejor me fuí. Me encontré con que Ulía también se iba, y nos quedamos sentados en Plaza de España, cenando un kebab a las tantas, y viendo pasar a la gente contenta, a los coches pitando. El aire parecía más respirable.
Hoy por la mañana seguía luciendo un sol radiante, seguía sin hacer nada de frío, y el aire pesaba todavía menos. He ido a acabar el trabajo de la semana. Es al primera vez desde el jueves que veo a la gente por la calle un poco contenta. Desde al ventana del autobús una mujer saludaba a un niño que estaba en un coche. En yoga, ha sido como una fiesta.Todos teníamos muchas ganas de hablar, nos hemos reído, hemos comentado la ya bautizada como Noche de los mensajes cortos. Nacho decía que hasta las posturas salían mejor. Hemos hablado de informaciones que nos habían llegado a cada uno por diferentes vías: que si la Zarzuela obligó a la Moncloa a decir lo de la cinta de vídeo, y por eso salió Acebes a la una de la mañana del sábado; que si algunos políticos amigos de amigos nuestros les dijeron que las manifestaciones frente a las sedes fueron un punto de inflexión en la postura del gobierno; que el director del CNI, y el de la policía presentaron cartas de dimisión al ver que el gobierno no difundía los datos; que los jueces, aparte de ordenar las detenciones, dijeron al gobierno que o lo decían o salían ellos a decirlo. Tantas informaciones, ahora que le hemos cogido el gusto a la radio macuto. Por cierto, ya sabes, si ahora alguien te agobia, te cae mal o te quieres vengar de tu ex novia, manda un mensaje pidiendo cacerolada en su casa y lo pasas, que vamos todas, que nos va la marchita!!!!
Al salir de yoga, he acompañado un rato a Nacho a Cibeles, a correos y me he ido para casa escuchando PopArt. Tenía puesto el shuffle ese que te pasa las canciones de forma aleatoria. Me gusta jugar a desear que salga la que me apetece, y hoy me ha pasado. Con tres seguidas!!!. Volvía caminando por Alcalá con Gran Vía, mi parte favorita de Madrid, y oía Go West, Always On My Mind y It's Alright todas seguidas; un subidón de ánimo, mientras veía los edificios, y las luces, y la gente de mi Madrid. Y pensaba que los habíamos echado, y que adoro esta ciudad. Y ya me sentía un poco menos triste.
Te dejo con una de mis canciones favoritas de Franco Battiato, de la que me he acordado mucho estos días. Se llama Pobre Patria, y empieza:
Mi pobre patria, aplastada por abusos del poder,
de gente infame, que no conoce el pudor.
Se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo...
para acabar diciendo:
quizás tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar
Pues hoy hacía calorcito, ¿no? Pásalo.
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