jueves, abril 13, 2006

A ambos lados de la barrera

Sigo en Barcelona. Ayer,a raíz de una discusión, el line producer me espetó que en lo que llevamos de producción siempre ha pensado que estaba trabajando en la dirección de animación pensando más en los intereses de los animadores que en los de la película.

Lo que pasa es que cuando en Madrid algún animador llega a llamarte hijo de puta a la cara por pensar que defiendes los intereses de la película por encima de años de compañerismo, imagínate lo que te pasa por la cabeza a estas alturas...

Sólo tres episodios seguidos de House mitigaron un poco la melancolía que se me pegó el resto del día.