lunes, octubre 24, 2005

Cosas que no debería haber hecho, pero que me sentaron muy bien

Desde que volví de la semana en Francia, la película ha ido cogiendo velocidad. Por una parte, me gusta pensar que la visita a los estudios de París y Angouleme ha servido para algo, pero por otra parte, están llegando muchísimas más escena animadas, todo el mundo va cogiendo más seguridad poco a poco, también en Madrid, y se me pasan los días revisando planos, haciendo dibujos para mejorarlos, y gestionando, pero yo me noto cada día más cansado, y encima casi no me da tiempo de animar yo algunas escenas, así que me siento como un niño viendo desde el escaparate cómo sus amigos devoran la tienda de caramelos. Claro que, ni trabajar a producción y con personajes tan raros como los que tenemos en esta peli debe ser para ellos como atracarse a caramelos, ni la mayoría son mis amigos.
Para airearme un poco, y puesto que hasta que acabemos la película el verano que viene no creo que me dejen ni una semana de vacaciones, me estoy quedando algunos días a trabajar en casa. Todo el sistema de aprobación de planos se hace a través de una página web con usuario y contraseña, así que puedo trabajar desde donde tenga un ordenador y una conexión a la red. El teletrabajo, de vez en cuando, es fantástico, aunque al final del día te das cuenta de que has trabajado el doble, y sin quitarte el pijama...

Para acabar de complicarme la vida, me llamaron de la agencia de publicidad con la que colaboro a veces, para un encargo. Mi problema es que no sé decir que no, y además, siempre te interesa conservar el cliente: por mucho que estés hasta arriba de trabajo, nunca sabes si, negándote, ya no te llamarán cuando no tengas.
Eso sí, esta vez les dije que estaba muy liado con una cosa, y ellos que sin problema, que por una vez lo íbamos a hacer con tiempo, y todo muy claro. En general, en el mundo de la publicidad, te sientes como una puta. De lujo, pero puta. Porque te pagan una pasta para que aguantes a los insufribles de los creativos, que nunca saben lo que quieren, pero cuando ven algo hecho entonces saben lo que NO quieren, y para que eches unas horas tremendas, y sin dormir, porque todo es para ayer.
Esta vez no parecía eso: unas ilustraciones para un manual de estilo, y a entregar en un mes y medio. Todo fenómeno, un pequeño trabajo extra por la noche, y listo.

Cuando me añadieron otra cosa,pero me mantuvieron las fechas, no me importó mucho.

Cuando me adelantaron 5 semana una de las fechas de entrega, no supe decir que no...

Y así, llevo 10 días acostándome a las dos y pico de la mañana, intentando que no disminuya la calidad de mi trabajo de director de animación, sin un rato de ver la tele o acabarme el libro, y tomando valeriana para dormir porque a pesar del cansancio, me despierto con ansiedades por no cumplir con todo.

Supongo que en estas circunstancias, no debería haberme escapado al prestreno de La Vida Secreta de Las Palabras el pasado jueves, pero pensé que, para entregar me iba a tener que quedar sin dormir igual, y por lo menos había visto al peli. Fui con Javi, Juan, Gonzalo, Conrado y Edu. Como era el prestreno oficial, vinieron la directora y los actores. Tim Robbins en persona es como en las películas, exactamente igual. Cuando viví en Londres vi en teatro a Glenn Close, que en vivo es sorprendentemente vieja, y al Ralph Fiennes, que se está quedando calvo. Pero Tim Robbins es igual, igual. Sarah Polley es mucho más menuda, pero porque siempre está inmensa, en la pantalla.

La película me gustó, pero no tanto como Mi Vida Sin Mi, que es maravillosa. A veces, me pasaba con la pelicomo la directora, que me cargaba un poco...
Después había fiesta en Cool, pero por culpa de tanta entrega, estaba muerto, y me fui a dormir.

Supongo, también, que no debería haberme subido a Bilbao para el último concierto la gira de Fangoria, con las Nancys Rubias de teloneras, pero el plan prometía, y para eso me pasé el viernes sin salir, trabajando hasta las tantas.
Quedamos el sábado temprano. Yo iba de invitado en la furgoneta de las Nancys. Nada más salir, me pusieron en le dvd el nuevo vídeo, del último single, Maquíllate, y es un escándalo. Desde luego, el más bonito que han hecho. Parecían tan superestrellas que cuando acabó yo las miraba a mi alredor en el coche y no daba crédito. No parecían las mismas personas, con ese vídeo, deberían ir de bolos en naves espaciales, como poco, y no en una furgoneta conmigo dentro. Tienen una imagen tremenda,la canción es chulísima, derrochan actitud como nadie, y si este país fuera normal en temas musicales, deberían vender muchísmo. Mientras tanto, y hasta que llegue ese momento, nos divertimos lo más que pudimos durante el trayecto. Susi no paraba de decir ingeniosidades, cada uno ponía al resto del grupo al día en cotilleos,y todo el rato sin parar de reírnos, Y Mario y Marta nos contaron las mejores anécdotas del viaje a Méjico y Chicago, incluyendo las aventuras de Topacio Fresh con un stripper hiperdotado llamado Kalimba. En los momentos más calmados, charlaba con Miguel, porque hacía tiempo que no le veía, y nos contamos novedades.
Llegamos a comer a Durango. Fangoria nos invitó a todos para celebrar el fin de gira, y Javi, que pasaba unos días en Bilbao, se reunió con nosotros. Durante la comida, Nacho se dedicó a inventarse cosas que supuestamente yo dije en clase de yoga pero que no es cierto. Por supuesto, nadie me creyó cuando intenté desmentirlas, así que me dediqué a beber vino.

Pasé la tarde durmiendo la siesta en el sofá de Javi, rodeado de sus perras, y de allí, un ratito a comer unos pinchos, y vuelta a Durango para el concierto.
Empezaron las Nancys, con un público muy frío, pero Mario empezó a jalearlos con técnicas de tombolero, y acabó todo el mundo animadísimo, saltando, aplaudiendo, y hasta sacaron una muñeca Rosaura y al lanzaron por los aires. Como ellas también están de gira, ahora sus conciertos tienen entidad propia, y duran más, y cantan más canciones, así que ellas mismas se van animando, cogiendo tablas, y son divertidísimos. Javi y yo acabamos bailando como posesos, delante de la gente de la cruz roja, que nos miraban con ojos como platos. Me temo, para mi vergüenza, que Olvido nos grabó con esa camarita de vídeo que lleva para hacer los making of de la gira.
Las Nancys se despidieron, presentando " a un grupo que está empezando", y salió Fangoria a dar su último concierto de la gira. En las escaleras,a punto de salir, Topacio y Malibú le dijeron a Olvido " Vamos a darlo todo, ya es la última" Y al grito de "Querían Durango? TENDRÁN DURANGO!!!", salieron chillando a calentar a unos cuantos vascos.

Estuve entre el público con Madelman, JoseC, Félix y Lourdes, Gaizka y Víctor, y demás gente de Bilbao que habían venido al concierto. Era una pena que Arakis, Manu y Richard no pudieran venir

Al acabar, quisimos entrar a los amigos para el meet and greet, pero los de la organización fueron tan bordes que no dejaron entrar a nadie. Lo que consiguieron es que cada vez más gente se agolpara en las vallas del backstage. Nancy Reagan empezó a regalar pósters a los fans frustrados por la cabezonería del personal de la sala, y yo me sumé. Cada vez venía más, y me encontré yendo y viendo, cargando con más y más pósters. Luego Nancy Regan trajo postales de promoción de las Nancys, y venía tanta gente que al final se vinieron todas las Nancys a firmar, y luego Olvido, para delirio general. Como no dejaron que la montaña fuera a Mahoma... Me acuerdo de un guardia de seguridad que quería impedir que siguiéramos dando pósters, pero estábamos tan lanzados que le grité que los pósters eran nuestros ( bueno, de Fangoria, pero en ese momento me salió del alma) y que los regalábamos si nos salía del coño! Se calló, se hizo un poco más pequeñito, y me dijo que vale, pero que él quería uno...

Después del concierto, nadie de los grupos quería bajar a Bilbao, así que nos fuimos a una discoteca de Durango. La música era pésima pero como íbamos casi todos ( Nacho, para una vez que no pinchaba tras el concierto, se marchó a dormir), me lo pasé muy bien.
De la discoteca, a una de las habitaciones del hotel, de chill out. A mi me pasaron factura las noches de trabajo hasta las tantas, y que marché enseguida a mi habitación.

Al día siguiente volvimos a Madrid. La nancyfurgoneta iba más calmada que a la ida, pero incluso así nos reímos mucho recordando anécdotas del día anterior, con las historias de Juan Pedro sobre las folclóricas franquistas ( o sea, todas), y repitiendo continuamente una frase oída furtivamente a uno de los técnicos de la sala, y que se convirtió en el leitmotif de la noche en Durango: "¡la rubia es un tío!"