viernes, septiembre 23, 2005

Lo que da de sí una semana (I)

El affaire Moss

Ayer en la clase de yoga andábamos todos un poco revueltos, sobre todo por el affaire Moss. Nacho, Clara Barral ( que no está en clase pero sí al tanto de todo el asunto) y yo estamos fascinados con el tema. En la clase pensamos que con 40 millones de dólares en el banco, le debe sudar el coño lo que piensen de ella; sobre todo considerando que el 99% de los que la emplean no deben tomar colacao en sus fiestas en casa, ¿me entiendes? Así que muy bien que Pete Doherty escupa a los periodistas, que ella les diga que se jodan, y que Cavalli sean los únicos que la apoyan. Lo que tiene que hacer ella ahora es sacar su marca de ropa, y llamarla “CoKate”. También hablamos del casting del programa de Ordovás (por supuesto, lo debería presentar Kate Moss), y de los empleados de Iberia que tiene un cupo de vuelos gratis asignados y se despintan un poquillo y se pasan en 15 vuelillos de nada. Lo sabemos porque Mari trabaja controlando esas cosas en Iberia.

A la salida nos pasamos por Gallery. Nacho y yo nos peleamos por una chaqueta de Prada a muy buen precio que se llevó él, porque a mi me hicieron prometer que con una hipoteca y amueblando la casa, no me gastaba dinero en marcas hasta que volviera a cobrar. la semana que viene vuelvo a cobrar.

Lo nuevo de Manu

Saliendo de allí nos encontramos con Manu, Richard y Gaüeca, camino de una inauguración. Hacía justo una semana, el pasado jueves, estuvimos juntos en la de Manu en Espacio Mínimo. A mi me encantaron, pero es que yo soy fan. Él estaba un poco menos seguro de sí mismo, decía que le habían salido frikadas, pero ya ha vendido en esta semana 5 de 6 ( y una porque se la reservan de momento, por si acaso). por allí me pasé con Nacho y Pablo Sycet, y de camino paseamos por unas cuantas galerías más. Viendo de qué iba el rollo, lo fácil que ganas dinero y el pisto que te tiras, he decidido que de mayor voy a poner una galería de arte. El camino hasta Espacio Mínimo lo pasamos buscando nombre.

Cuando llegamos estaba JoseC con Jorge, Manu y Richard, Gaüeca, Aitor, Juan y Agnes, y mientras veíamos uno de los vídeos llegaron Martín Sastre y Topacio, y al rato vino Bene. Además de las amigas, cada dos por tres entrábamos a rellenar la copa, así que todo muy animado.

En plena fiesta me escapé con Edu y Nacho a Habitat, porque era noche d eclientes, y hacían un 20% de descuento. Estaba el triple de lleno que un día normal, hice 2 horas de cola, pero me ahorré una pasta en el sofá cama al que le tenía echado el ojo. Volví a la fiesta a tiempo de tomarme algún mojito en una terraza de Argumosa, mientras hablábamos de arte con Manu y Bene, y luego con Agnes sobre una dieta espectacular que está emergiendo desde un pueblo de León, y la está siguiendo. Como estoy interesado por los resultados, la observaré de cerca.

De Lavapiés nos fuimos al Leki, porque ahora todos los jueves están Roberta y Elektro de residentes, se juntaron Javi Giner y Juan, y Ernesto, que había venido de Barcelona para la inauguración d ella nueva tienda de Vuitton en Madrid, se trajo a Rosa y Miquel, nuestros anfitriones de las cenas Washington en la capital ( ver la entrada de cuando se quemó el Windsor). Roberta nos dio la marchita que nos mola, me dedicó la canción de Marc Almond que tanto me gusta, medio bar conocía la otro medio, y a todos nos encantaba estar allí. Así que fenomenal todo.

Jo, que noche ( After Hours)

Al día siguiente casi no voy al concierto de Parla, porque me acosté muy tarde y tuve que trabajar por la mañana, así que me levanté tardísimo de la siesta. Decidí que la pereza podía más, y que pasaba. Hasta que me llamó Mario, que siempre hace conmigo lo que quiere, y salté a un taxi. me encantó estar en Atocha y decir: “A Parla!”.

Cuando llegué el concierto estaba a punto de empezar, y todos andaban revueltos por los camerinos. Había venido muchísima gente de Madrid, estaba Marta, con Rodrigo y Miguel, y La Favorita con sus amigos chulazos, y hasta J.C se vino, después de salir del trabajo Manolo Crespo se puso a hacer fotos. Spunky y yo nos saludamos con un pico porque somos dos de las personas fundamentales del underground madrileño, y ya sólo os relacionamos entre nosotros, y Jesús Horror se enceló muchísimo. hay que ver lo que nos gustan unas listas, y la de diversión que están dando éstas. Luego, durante el concierto, Rafa estuvo todo el rato calentando a Jesús, mientras nosotros abajo, en el foso, saltábamos como locos; tanto, que Olvido desde arriba nos lanzaba miradas entre recriminatorias y guasonas, y gente del público que nos encontramos durante el resto de la noche, me dijeron que el espectáculo estaba arriba y abajo.

Cuando acabó el concierto Nacho pidió cena caliente y todos nos tuvimos que quedar encerrados bebiendo y charlando hasta que llegó. Como éramos muchísmos, y hasta entraron unas niñas fans que estaban como locas, pues no se hizo nada pesado. Además, Topacio, jaleada por Malibú empezó a contar chistes guarros argentinos de tirarse por el suelo. En todos salían las palabras “rajita” y “cura párroco”

Volvimos a Madrid, y nos juntamos todos en casa de Mario y Olvido. De camino allí nos encontramos con Nacho Cano, y Olvido le fue a saludar, con intención de que se fijara en Malibú y la colocara en el eso, bueno en la excusa de hilo argumental para juntar un montón de canciones de Mecano y que se han puesto de acuerdo en llamar musical. Él le preguntó que si venía de tocar y a ella se le iluminó la cara al decir que sí, que de Parla. Porque todos en el grupo son muy fans del concepto fiesta de pueblo, y desde luego el de Parla fue un escándalo de concierto.

En casa tomamos alguna copa, esperamos a todo el mundo, y escuchamos el disco de La Prohibida. De allí nos fuimos a Cool, estuvimos bailando y socializando un rato, y luego Topacio y yo nos fuimos al Ocho Y Medio. Por allí vimos a Alvaro, con Jorge y unos amigos de Murcia, y me encontré con Paul y Fran. Estaba llenísimo, hacía mucho calor, pero nos lo pasamos tan bien que al acabar no queríamos irnos a casa, así que llamamos a Malibú, y nos entró en Mito's nada menos. Es lo que tiene, ser del underground madrileño, que te va el antro... Juro que cuando entré, mientras pasaba a su lado en la barra, un señor de pinta turbia le decía a otro: “ yo a eso voy y le pego un tiro”. Y casi toda la clientela que pululaba por allí podría haber dicho esa frase...

No nos bastó con eso, y de allí fuimos a una especie de café after, que por fuera parecía la típica cafetería, solo que con uno en la puerta con pinta de acabar de recibir el premio príncipe de Asturias de la Concordia, y dentro estaba abarrotado de gente, sin música ni nada. Yo no puedo entender qué impulsa a nadie que tenga casa a acabar una noche así, y menos mal que nos fuimos a los 30 segundos.

Decidieron hacer chill out en casa de Malibú, y ya era de día cuando fuimos toda la tropa para allí. De camino cruzamos unos andamios y Malibú dijo que ella había trabajado en el circo del sol, y se subió. No sé como quedaría desde fuera ver a una travesti con un abriguito corto, tanga y bota de caña balanceándose de un hierro a 6 metros de altura en la calle Fuencarral, pero eso no fue nada, porque bajó ilesa, y luego se metió dentro de una caja de cartón, y se paseó por delante de los basureros. De pronto tomó carrerilla y se lanzó a un contenedor de cartones, que sólo se le veían las botitas blancas pataleando en el aire. Salió, y gritó “ Dedicado a Limpia Madriiiid”, y se arrancó al cartón como si fuera un pavo real del festival de dragcuines de Las Palmas.


Mi cupo de surrealismo se colmó, y me marché a casa al poco. Lo que soñé luego fue bastante más mundano...

Con un jueves y un viernes así, el sábado no podía ni moverme, así que me perdí el concierto de las Nancys en Pamplona, y, lo que es peor, el viaje de ida y vuelta en la nancyfurgoneta. Pero por lo menos descansé, y el sábado y el domingo simplemente discurrieron, que es una palabra muy bonita y muy tranquila