domingo, septiembre 12, 2004

La vida es así, nos la estamos inventando nosotros

Lo primero que me viene a la cabeza si me pongo a recopilarestos últimos días, son noches sin dormir. Hacía como dos añosque no tenía que hacerlo, desde el apretón final que nosmetimos en Londres para acabar Simbad, y ahora de prontovuelvo de vacaciones, y en tres semanas he tenido que hacerlodos veces, así que si tardo tanto en actualizar no esprecisamente por pereza...El caso es que entre el retraso acumulado sobre el plan deproducción de la película, y los encargos que me han salido alos que no puedes decir que no ( en el caso de una agencia depublicidad, porque es un cliente, y nunca se sabe, y en elcaso de Arakis, porque si no te manda a los matones), pues eso, que ya en vez de leche, en el hiper me estoy comprando red bulls.

Aparte de eso, vuelta a la rutina . Bueno, más o menos.
La primera clase de yoga resultó una falsa alarma, porque sólo me presenté yo. Un lío con las fechas, o falta de comunicación, o desidia, el caso es que la profe me dijo quepasando, y nos fuimos a la cocina ( damos la clase en su casa), y nos tomábamos un té. Terapia al final hicimos, porque charlamos de las vacaciones, y de cosas sentimentales que últimamente me están agobiando. En eso estábamos, cuando apareció Ajo, como un hada madrina. Y lo digo literalmente,porque llegó como una exhalación, preciosa de dorado y rojo, y con un bolsito rosa. Es que luego se iban todas a una boda. Se sentó a tomar más té, y viendo el panorama, dijo "amistad,estás de suerte“, y sacó un ejemplar de su libro de micropoemas y me lo regaló. Esta vez sí que voy a hacer algo útil con mi diario, y recomendarte, querida lectora, que te lo compres, aunque cuesta un montón encontrarlo. Me parece que o venden en La Ida, un bar de Malasaña. A ver si agotamos ya la segunda edición.
En el momento en el que estaba, con los poemas que tiene, y la dedicatoria que me escribió ( que da título a la entrada de hoy), me pareció casi un libro de instrucciones para los problemas cardiovasculares ( como ella los llama). Con la suavidad que te dan las charlas con gente que te cuida y te quiere, pasamos de los agobios a las risas. Y comprendí que lo mejor que le puede pasar a alguien es tener buenas amigas,como ellas dos.
Luego llegó Ricardo, y más gente, que se iban para la boda.

La primera sesión de Roberta de la temporada se saldó con un rotundo éxito. No me apetecía salir, pero quedé con G.C. y la P.S. para unas cañas por la Latina, y al final nos animamos y fuimos para el Coppelia. En la puerta nos encontramos con Miguel y Pablo, y entramos todos. Dentro,aparte de Oscar, el animador total, encantador como siempre, estaban Patata y Claudio, el sex symbol del traje azul. Veníande una boda súper rara. Les habían invitado, pero como que sólo a al ceremonia y a las copas. Luego el resto de la gente se iba a la cena menos unos cuantos parias como ellos, que no tenían acceso . Vaya amiguísima, que hace bodas como con pulseras con acceso: en unas pone MISA, en otras COPAS, y en otras VIP ACCESS ALL AREAS. Pero ellas como que encantadas, por lo alegres que venían.Vamos, que apuraron su pulsera de COPAS a base de bien, me entiendes?
Luego llegó mi Mario, con una Elvira espectacular, que ha perdido mogollón de peso ( no como nosotros, que el verano nosha desfigurado), y Rodri, tan gracioso como siempre, con esos ojos entronados que se le ponen en estas circunstancias, y su novia. Nos echamos unos bailes y unos paseos, y muchas risas.Y Roberta, como siempre, triunfando.

El domingo pasado me escapé a un pueblo de Valladolid, donde voy siempre en fiestas, porque David es de allí, y desde que nos conocimos en la universidad le he acompañado. Tomé el tren por la mañana después de la sesión de Roberta, así que iba bastante perjudicado. Y cuando llegué al pueblo, con Jaime, Rober, Carlos, Oscar y los demás, nada más bajar del tren ya estábamos de vinos. A Germán le pilló la vaquilla el día anterior, y me lo contaba, y vale, nos moríamos de risa, pero te lo piensas y te pones los pelos de punta. Yo por eso nunca nunca bajo a un ruedo de esos, que ya tuve bastante una vez en una ventana con un toro debajo...Comimos en nuestra taberna habitual, con esa familiaridad de conocer a todo el mundo, y claro, cantidades monumentales, a un precio irrisorio. A veces me pregunto qué coño hacemos todos en Madrid...

Por la noche me subí con Izar y Cayetana a Valladolid, al concierto de Fangoria. Y se apuntaron todos los demás. Carlos me presentó a unos amigos de allí, Javi, Bea y algunos más,que no recuerdo sus nombres ( ya empezamos) que mira por donde conocían este diario, y eran súper simpáticos. Vimos elconcierto y acabamos de copas por allí. Por cierto, me llamaron Fran e Inma, que andaban por allí pero ya se volvían a Salamanca. Les encantó el concierto, que había sido uno delos mejores que les habían visto.Acabamos en un bar a las tantas, con bastante gente,comentando las teorías de mi dietista sobre las diferenciasentre el apetito sexual de hombres y mujeres debido al efecto de las hormonas femeninas y masculinas. Javi se desató, ya que había tenido un mes de agosto plagado de éxitos, y podía aportarnos mucha información. Y además va para psiquiatra, qué peligro...
A las cuatro de la mañana, pensando que ya no tengo edad para estas cosas, tomé el tren de vuelta.

Los primeros discos nuevos después del verano, los he descubierto por casualidad, especialmente regando las plantas de JoseC, que se los he robado todos y me los he metido en el ipod: descubrí a Le Mans, que ya era hora, y a Patrick Wolf,que no dejo de escucharlo, y me lo perdí en el FIB. Y luegoVittorio me dejó el de Coco Rossi, que ya me lo había recomendado y es una marcianada preciosa que me encanta. Como siempre, crítica musical de altura, en mi diario.

Las primeras charlas con amigos después del verano, ya han empezado, y no siempre han acabado bien. Sabes que lo siento, y lo que siento.

Y ya, que tengo que acabarle eso a Arakis, que si no es capaz de mandar matones travestis, al plan de esta noche...