martes, abril 13, 2004

Un día en Tokio

Esta mañana, nada más levantarme, me he lanzado al teléfono, para sacar un billete tijeretazado a Barcelona, para el 14 de mayo. Así puedo ver a Fangoria allí, con Hidrogenesse. Me río yo del tijeretazo. Siempre me pasa lo mismo: pido un billete, sin importar la antelación, y resulta que son tan caros inicialmente que tras el tijeretazo, se quedan un poco más baratos de lo normal. Y hoy ni eso, que me ha salido por 112 euros. Lo que pasa es que sin la oferta, y a un mes vista, ya sólo encontraba billetes a 160 euros. Debe ser que ahora se nos ha pasado a todos el miedo a los aviones, y ya no queremos viajar en tren.

Después de conseguir un billete, he bajado a Correos a buscar mi preciado paquete de amazon, con Palimsest, las memorias de Gore Vidal, y tres cd singles de Pet Shop Boys: los dos de Flamboyant, y el 2º de Miracles donde viene We Are The Pet Shop Boys. Esta última es una canción preciosa, que habla de la nostalgia que nos provocan viejas canciones que nos han acompañado toda la vida, que se han convertido en nuestra banda sonora. El vídeo de Flamboyant es la bomba, de partirte de risa y maravillarte de la inventiva. Cómo se ríen de ellos mismos, y de nosotros. Y por lo visto, el programa ése existe de verdad. Yo quiero que hagan uno así aquí YA!!! Y cuando ya piensas que la mejor canción del año es ésa, descubres la nueva, en el 2º cd single: I Din't Get Where I Am Today. Que no he parado de escuchar en todo el día, y estoy enganchadísimo. Es como una canción de grupo adolescente de tocar las guitarras muy deprisa, con pandereta, coros de subidón de Aaaahhhhh... Aaaahhhh, y saltar tocando la guitarra y abriendo las piernas en el aire...pero con una letra tremenda, de humor negrísimo, y que siento que me describe otra vez como si me conocieran por dentro y por fuera ( como supongo que nos pasará a todo el mundo cuando escuchamos sus canciones). Perfecta. Es la canción ideal para escuchar nada más empezar el día.

Día que, por cierto, ha sido de lo más japonés, entre el vídeo de Flamboyant y los personajes manga que estoy dibujando. También ha sido un día divertido en el trabajo porque nadie quería trabajar, y el becario nuevo nos ha dicho que era su cumple. Así que Vittorio ha sacado la botella de Moscatel que se ha traído de Cádiz, y lo hemos celebrado. El cumpleañero ha dicho que si lo sabe, se trae champán, que es algo muy normal en el Hospital donde trabaja, que siempre están celebrando algo. Resulta que nos hemos enterado de que se lleva mejor una silla de ruedas si estas algo achispado, qué bueno.

Por la tarde he ido a yoga, y como nadie más ha podido ir, hemos hecho una clase particular, la profesora y yo. Como Nacho no venía, y lo esperábamos, le hemos llamdo para meternos con él, por irresponsable, mientras él, ajeno a nuestras quejas, decía que se había olvidado, tumbado en un sofá, escuchando la banda sonora de Mars Attacks. También me ha recordado las próximas sesiones, empezando por el viernes, con Mario Vaquerizo en el Ocho y medio, el sábado en el Rhumba, y el lunes en la fiesta de la Mtv, que ya estoy impaciente!!!!
La clase ha sido genial, y se ha demostrado que somos incorregibles, porque aparte de la clase, no hemos parado de cotillear en todo el rato, y hemos convertido una clase de una hora, en otra de hora y media larga. Qué guay son mis clases de yoga. Aparte de asanas como el niño, la vela, la torsión básica, o la ele, hemos hablado de Bush, de amigos en USA, de con cuánta gente nos hemos acostado,o se han acostado gente que conocemos, de nuestars vacaciones de semana santa, de la pinchada del otro día en Chicote,de astrología, muy completo, sí, sí...

Y a la salida, me he venido a casa a limpiar, que mañana llega mi hermana a pasar unos días, y a hablar por teléfono de temas de trabajo, mucho rato...demasiado. Ufff