lunes, abril 19, 2004

I just met a girl named Maria

Este fin de semana he conocido por fin a Mari, la amiga de Nacho, después de tanto oírnos hablar el uno del otro ( que ha sido como un parto, decía ella). Por descontado, es tan fantástica como d decían, y más, después de ver el bolso que traía. Le dije que también era ultra fan de su hijo Alejandro, por las cosas que decía, como de señor resabiado dentro de un niño.
El encuentro tuvo lugar el viernes. Después de un día de despedir a mi hermana, que volvía a Barcelona después de consultar las plazas disponibles en las oposiciones que había pasado, y de tener una reunión para anunciarnos el inicio de la peli el sábado, con reunión con los directores incluida, pues tenía cena, antes de la sesión del 8 y medio.
Quedamos en un restaurante de la Gran Vía. Edu y yo fuimos los primeros en llegar, y nos sentamos en al mesa con sendas copas de vino. A los pocos minutos llegaron JC y Nacho, y al poco llegaron Mario y Olvido, acompañados de La Plástica y Pedro Munster. Luego Mari, total con su bolso y sus zapatos rosas, y por último, Roberta con Juan Flahn. A media cena apareció Juan Pedro, que había estado retenido en el aeropuerto de Barcelona por el mal tiempo. Saludó, y como ya había cenado, se marchó a casa a cambiarse.
Por la composición de los comensales, te puedes imaginar que la mesa fue la más gritona, palabrera y burletera del restaurante. No paramos de reírnos en toda la noche, y hasta de aplaudir, que es una cosa que te pasa siempre que te juntas con Vaquerizo. JC contó unos chistes, que supusimos que en Francia serán de partirte...por cierto, que JC estaba especialmente divertido, y no lo fue más porque Nacho estaba encima, diciendo que se comportara. ¡Qué pesado!
Nos hicimos fotos para el diario gastronómico, y Olvido y yo nos saltamos la dieta al coger una patata (sólo una) para posar .Ella se la dejó en el plato para el final, y yo me la tragué nada más disparar la foto. En realidad, es una ayuda salir a cenar con Mario y Olvido, porque como compartimos dietista, saben lo que me salto, y me controlo mucho más. La Plástica nos contó sus planes para la fiesta del orgullo de este año, que me provocaron ganas de que fuera mañana mismo. Yo conté una historia que me contaron, pero me hice la picha un lío, y me expliqué fatal, así que al final sólo nos quedamos con el cachondeo de un coche paralizado y desparalizado, como con los rayos de los que salen en los vídeos de Carles Congost. Como es natural, al acabar se empezaron a meter conmigo por inventona. Otro gran momento fue oír a La Plástica cantando las canciones de Fangoria en catalán, y la risa de oír a Olvido cantando La Disneylandia diciendo: la catifa és vermellaaa...En fin, que una cena de escándalo en todos los sentidos, que no sé ni cómo no nos echaron. Ah, y nos acordamos mucho de Showgirls, que siempre es una risas.
Al salir, pasamos a buscar a Juan Pedro. Dijo que ya se había cambiado, y que bajaba enseguida... transformada en lo que sería Sandy, la protagonista de Grease, si la hubiera rodado John Waters, y fuera morena. Qué total, apareció por el portal con pelucón negro, gafas de sol de policía motero, cazadora rosa chicle, pantalón ultraceñido de leopardo, y zapatos rosa de tacón de aguja, que le hicieron tambalearse toda la noche, pero qué más le da eso a uno, si vas total.
En el Ocho, nada más llegar saludamos a Luis y Belén Kan, nos tomamos la primera copa, Nacho a pinchar y Mari y yo a bailar, que todavía se podía. Enseguida llegaron Jose Luis, y Javi. Y al poco, vi a B.B., que desde antes de vacaciones no sabía nada de él. Nos pusimos un poco al día, y a bailar. Por entonces, ya empezaba a entrar la gente a borbotones, y, fiel a mi política de "esta noche, Olvido, tomo lo que tú tomes“, por eso del dietista, me pedí un whisky on the rocks, que me zumbó directo a la estratosfera. Así que veía muchas caras, mucha gente, pero no estaba yo del todo ahí. Vi a M., a Luis, y a Artcoholic, futuro fin de fiesta de la noche. Estaba charlando con Nacho, cuando llegó mi Mario, que me tenía en suspense sobre si vendría o no. Como buena trupera, no faltó, y vino con Rodrigo, Nuria, Gonzalo y Elvira, así que mejor que mejor.
Para entonces, Vaquerizo empezó a pinchar, y la sala estaba tan llena, que opté por refugiarme en el backstage ese que tiene el Ocho. Estuve charlando mucho rato con Mario, que hacía muchísimo que no nos veíamos, y nos medio contábamos las cosas, que nos conocemos tanto que el resto lo completa el otro ;-P También estuve hablando con Nacho, que me presentó a Stefan, el bajista de Placebo, y su novio David. Media noche bromeando con que había venido uno que era igual que el de Placebo, y resulta que era él! David es muy simpático, y me contó cómo se conocieron ( por cierto, en la misma semana que Stefan conoció a Brian Molko), antes del grupo, y de la fama, y los problemas que eso puedo tener en una relación de pareja. Me encanta que sigan juntos, a pesar de todo. Como siempre que charlo con alguien que vive en mi Londres, le pregunté como andaba la ciudad, y todo eso. Y así fue pasando la fiesta, yo con el segundo wiskhy on the rocks, hablando con la gente, paseando ( hubo un momento que aparecí en la cabina, mientras pinchaban Mario y Juan Pedro, y me asusté tanto, de tanta luz, ecualizadores, y brazos de gente bailando, que salí pitando). Hablé un ratito con Pablo, que ya soy fan rendido desde que le vi actuar en Un Mistique Determinado, un rato con Artcoholic y Jone, planeando el concierto de Fangoria en Barcelona, y de pronto Roberta me agarró del brazo, que nos íbamos a Coppelia. Lo justo para despedirme de Rodrix, de Mario y demás, y salir pitando. Qué estrés!!!
Mari y yo dejamos a Nacho en un taxi, entramos a Coppelia con Jose Luis y Roberta. No vimos a nadie dentro, y nos dispersamos. Opté por volverme al Ocho, y la gente salía ya cuando llegué. Me encontré con Artcoholic sentado en un banco, con La China(¿?), Jorge y Vicky, la increíble niña de Chipiona que habla con acento canario sin que sepa por qué. Me senté con ellos, y empezamos a hacer bromas, a charlar con la gente que pasaba, a comentar la noche, y fiestas anteriores...apareció Roberta, y se quedó un rato con nosotros, riéndonos, hasta que de pronto se levantó, y dijo que se iba a casa. Nosotros nos quedamos un rato más, hasta que nos dimos cuenta de que nos estábamos congelando. Buscamos un bar para desayunar ( una cañas, bravas y croquetas, no te creas...), y seguimos bromeando, que no podía parar de decir burradas, con tanto whisky encima. Por cierto, muy a favor de Jorge, porque es otra trupera de muchísimo cuidado!!! Al salir, consideré un momento la posibilidad de subirme al chill out a casa de Mario y Olvido, pero ya eran las nueve de la mañana, y me dije que como entrara a esa hora, a saber cuándo salía, y tenía obligaciones el sábado, es decir, dentro de unas horas. Así que por una vez fui sensato, y cogí un taxi. Luego me arrepentí un poco, porque Mari llegó a su casa por la tarde, y seguro que se lo pasaron de miedo, pero bueno, si será por chill outs, ¿no?

Dormí cuatro horas, y me levanté para comer con Edu, y quedar con David y Pastora. Vimos una exposición fantástica sobre fotos de Barcelona entre los años cincuenta y sesenta, de Joan Colom en la fundación Telefónica. La disfruté tanto como me dejó la resaca, y luego, por ruego mío, nos fuimos a tomar café. Al salir, nos probamos ropa por la calle Fuencarral, y fuimos al Corte Inglés a comprar comida para la cena. Preparamos en casa un bloque de foi con virutas de jamón, queso de cabra con picos de Jerez que me traje de las vacaciones, y redondo de ternera con puré de manzana. Todo en un momentito, sobre todo porque no estorbé mucho, en mi estado, y ellos son muy apañados. Por si fuera poco, nos pimplamos dos botellas de vino entre los cuatro, así que otra vez viendo doble. Y, que sé lo que estás pensando, todo legal, que le dietista me dio, sin que yo se lo pidiera, una cena LI-BRE. En eso que Nacho y Roberta, desde el Rhumba, me empezaron a mandar mensajes, cada vez más inverosímiles y provocadores. Estuve tentado de conseguir un coche y subirnos a Torrejón, pero las circunstancias lo impidieron. Al final, les dejé por imposibles, al par de tontas, y me dormí prontito. Esta mañana , al levantarme, tenía 7 mensajes más acumulados. Lo que es el Rhumba...

Hoy, despues de despedirme de JoseC, que despegaba a LA, he ido al Rastro con Edu, Jaime, David y Pastora, a tomar el vermú a La Parpusa, que hacía meses y meses que no iba, y a pasar por Argumosa a ver a Quino, que estaba allí comiendo con Víctor y Laura. Luego, a casa a comer y leer un rato, por fin un momento de paz en el fin de semana. A las ocho, he ido al cine con Edu, a ver Lost In Translation, que me ha parecido una película maravillosa. Un prodigio de sensibilidad, belleza visual, y ritmo elegante. Yo ya era muy fan de Bill Murray, así que la he gozado, porque está formidable, que te hace reír y emocionarte. Y Scarlett Johansson, no hace falta ni que hable, sólo que se ponga una peluca rosa y apoye la cabeza en tu hombro...Y cómo me gusta Tokio ( o me gustaría, que sólo he estado en mi imaginación), y que cool son los japoneses modernos. Me ha recordado a esas noches de karaoke que nos pasamos a finales del verano pasado, con Roberta, la Prohibida, La Plástica y Juan Flahn, cantando éxitos de siempre. Y qué bonita, la escena de cama de los dos, que se quedan dormidos, y qué nudo en el estómago, cuando ella le pregunta si la vida se hace más fácil con los años ... qué película más dolorosamente cercana a mis experiencias, a ratos...

En general, un fin de semana muy divertido, pero con un regusto a melancolía, a cosas inacabadas, a precipitación, ¿a desapego?