Bienvenida a mi frivolog
Últimamente, he leído por ahí a algunas personas que cuando se disponen a escribir una entrada larga o petarda, hacen mención a este diario como comparación... Lo cual me ha llevado a pensar en que quizás deba cambiarle el nombre , y llamarle algo así como frivolog. Podría empezar cada día así: bienvenida, querida lectora, a mi frivolog.
De todas maneras, estos dos últimos días han sido de lo más recatados y profesionales, porque por fin he empezado la película. Después de un año de trabajos esporádicos como animador, de cursos de formación en 3D, de ilustraciones, de cancelación de tres proyectos a punto de ser iniciados, y de un poquito de truperío, esta vez no se ha cancelado, y ha empezado en las fechas previstas.
El martes a mediodía no sé si me alegraba o me amargaba por ello. Me dio un ataque de miedo escénico, un cuadro, que se dice, y no quería aparecer por el estudio. El motivo: tengo responsabilidades, debo dirigir animación, supervisar a un equipo y como que no me veía con la capacidad de hacerlo. Supongo que la típica crisis del último momento. Quedé a comer en mi antiguo estudio, desde donde iríamos hasta San Sebastián de Los Reyes, AKA el quinto coño, en coche, Vittorio, que también se incorpora al equipo, y yo. Pues no pude comer, de los nervios, y hasta que no me tomé un café no me calmé un poco (lo que tiene, ser adicto a la cafeína...)
Allí habíamos quedado con el director de la peli, J. , y la productora L., que venían desde Dinamarca, lugar donde está el estudio productor, y donde se realizará la otra mitad de la película.
En estas reuniones se habla mucho, se plantean métodos de producción, procedimientos a seguir, se aclaran dudas sobre el estilo de animación que quiere el director, etc... También vimos la película, o mejor dicho los storyboards montados, con la duración que tendrán los planos y los diálogos ya finales. Se coloca una banda sonora provisional, sacada de otras películas, y ahí ya tienes el armazón de lo que será tu film. Siempre me sorprende cómo te haces una idea tan precisa de cómo va a quedar, de las partes que no funcionan, del ritmo de las secuencias, sólo con ver viñetas fijas montadas.
Una vez vista la película, recibimos la primera secuencia que vamos a animar, y el director nos explicó su función dentro de la película, cómo debería ser la animación ( de la misma manera que un director dirigiría a sus actores), y detalles técnicos en escenas específicas donde hay que trabajar con elementos generados por ordenador.
Poco a poco me fui encontrando más cómodo, sintiéndome otra vez dentro de una producción, con ganas de empezar a animar...
Bajamos en coche, y luego estuve charlando un rato con Nacho. Hablamos de las galas próximas que tiene, que se emitirán el sábado , del primer día de trabajo en la película, del concierto de Mastretta hoy en el edificio de las cariátides, de las visitas que tiene que hacer esta semana a la MTV,... Por la noche, cuando conseguí llegar desde allí, bajé con Edu a cenar a un hindú que está en el barrio, y está muy bien
Hoy me he levantado preguntándome cómo demonios iba a aguantar ocho horas encerrado entre cuatro paredes, después del estado semi salvaje al que me he acostumbrado a vivir. Por no hablar del atasco monumental para salir de Madrid. Espero que las condiciones se den dentro de poco para poder mudarnos a Madrid, porque si no va a ser un sinvivir.
He pasado toda la mañana con S., el director del estudio, preparando los planos para mi equipo ( somos dos equipos, cada uno con su director de animación), seleccionando qué escena hacía cada uno de los miembros del mío...lo que es un trabajo delicado, para no sobrecargar de escenas difíciles a unos y a otros darles cosas demasiado fáciles, para asignar personajes y acciones a aquellas personas que se les vayan a dar mejor; en fin, toda la mañana haciendo filigranas.
Una consecuencia buena de todo esto es que, puesto que no puedo quedar con las amigas a comer, aprovecho y me llevo mi tupperware, y como allí con otros compañeros. Algo me dice que mi dietista me lo agradecerá.
Ya por la tarde me he reencontrado con mi vocación. Con los primeros planos recién repartidos, me he puesto mis auriculares, me he concentrado en mi escena, y he empezado a animar. Los primeros días son duros, porque debes conocer a los personajes, explorarlos, tantear, y, lo más traumático, enseñarlo luego para el análisis de las perras de tus compañeros, y del director. Aún así, he trabajado suelto, de manera fluida y no del todo insatisfecho. El nivel a mi alrededor es muy alto, lo cual por un lado te presiona como supervisor, para ser capaz de ganarte el respeto, y por otro te inspira muchísimo a la hora de trabajar. Vamos, que he disfrutado como un enano, me he acordado de por qué hago lo que hago, y se me ha pasado la tarde volando.
Al salir, Vittorio y yo hemos ido a IKEA, porque tenía que comprarme unas cortinas. Es que Pancho, mi gato, decidió que teníamos que cambiarlas, y me lo hizo saber rajándolas inocentemente. También he comprado una especie de tela con bolsillos para colgar de la puerta del baño, y guardar cosas, y un juego de tuppers que voy a usar mucho, mucho. También me he pasado por el MediaMarket, sitio odioso pero barato, y me he comprado dos juegos de auriculares: unos cutres para usar en el estudio, y otros chachis para fuera. Estoy deseando que JoseC me traiga el encargo de L.A., y no tenga que llevarme todos los cds hasta allí, que parece que voy a pinchar, más que a animar.
Y cuando he llegado estaba tan cansado que ni me he planteado lo del concierto de Mastretta. ¿habrán acabado mis días de frivolog? Algo me dice que no, porque...
quedan 4 días para EL plan travesti...
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