Volvemos a la normalidad
Ya hemos salido de la UCI, un sitio horrible, donde te hartas de ver las mismas caras de angustia de familiares, que posiblemente piensan lo mismo de tí, cuando os cruzáis en los pasillos, en las horas eternas de espera. Y también un sitio lleno de profesionales entregados que a veces te salvan la vida, aunque el precio que tienen que pagar es no mirar casi nunca a los ojos de la gente, para escapar del dolor que pasa por delante de ellos todos los días. Hasta que poco a poco, cuando la cosa mejora, empiezan a bromear contigo, a sonreír, y se arriesgan a entregarte su simpatía, porque saben, y te lo hacen saber, que la cosa funciona y no van a tener que darte ninguna mala noticia. Así ha sido, y ya hemos dejado atrás la UCI. Y la entrada de hoy va por la gente que trabaja allí. Y basta ya de diario literario.
He estado en Barcelona hasta el lunes por la noche, y he pasado la mayor parte del tiempo entre el hospital y mi casa. Aunque ya todo iba cada vez mejor, es sorprendente la energía que te chupa un hospital. Así que apenas me he socializado, y ni siquiera he ido al cine, ni a ver una exposición que me muero por ver, que es la de Leigh Bowery, que comisaría (o comisaria) Arakis, en el Museo Textil, en la calle Montcada 12, . Ya la veré otra vez que vuelva.Uy, ahora resulta que aparte de crónica social, hago agenda cultural. Hay que diversificarse, chica!! Dentro de poco, pongo publicidad y me saco unas pelillas.
Bueno, el caso es que allí, en el Hospital, he aprovechado para leer, y me acabé Las Vírgenes Suicidas, que aunque me gustó, me parece que Middlesex está a años luz. Está bien, porque por algo es el segundo, y así se nota la progresión. Ahora ya puedo ver la peli. También empecé Las Correcciones, de Jonathan Franzen, que de momento me está encantando. Es de estas historias de psicodramas familiares, con reuniones donde salen los esqueletos de los armarios, y visión irónica de la forma de vida ¿americana?, ¿occidental?. Y mi madre me pasó El Código Da Vinci, y también estoy con él. Y me está pareciendo un pestiño. Lo siento, pero con los best sellers no puedo, poque les veo el cartón, es todo como un mecano montado para el suspense, con todas las decisiones de los personajes casi arbitarias, para que cuadre la trama. Personajes terriblemente simplones, por cierto. El tema que trata es interesantísimo, pero hubiera preferido una bibliografía al final, y me salto la novelita. Aún no la he terminado, a ver qué tal. Y debo decir que de todas formas entretuvo muchísimo a mi madre en las peores horas de incertidumbre, con lo cual el librejo ya tiene ganado mi cielo. Pero creo que a mí no me gusta. Por cierto, vas con él y TODO el mundo lo va leyendo. Es como llevar un jersey de Zara y verlo por todas partes. Hasta en el tren un apuesto extranjero iba con su copia de The DaVinci Code.
Ah, bueno, en Barcelona socialicé un poco, porque fui a cenar a la casa nueva de Jordi y Roser, con Xavi, David, Emilio, Eduardo, sus respectivas novias cuyos nombres nunca recuerdo, y Alex y Arantxa. Estuvo divertido, aunque hubo que pasar la ronda de lugares comunes, véase: qué prefieres, madrid ó barcelona, experiencias desagradables de alguno de ellos en madrid( tan duras como ver una rata, ¡qué fuerte!, no?), te vas a volver?, carod rovira visto desde madrid, porque se creen que en madrid todos son fachas y odian a los catalanes. También hubo ronda de "cuéntanos cotilleos de allí", porque todos en Madrid sabemos los secretos de Leticia Ortiz, claro. Y la traca final: un montón de comentarios bien intencionados sobre temas como las profesiones artísticas liberales, o la homosexualidad, que algunos decían como para demostrar lo liberales y tolerantes que eran, y que en realidad delataban desconocimiento y cierto paternalismo. Pero bueno, eran bien intencionados, lo repito, porque son mis amigos, coño. Y la cena estuvo divertida, en serio.
Y el lunes por la noche ya volví a Madrid, y ahí que nos liamos otra vez. Esta ciudad me mata. El lunes por la noche también volvía Edu de París, y me dio recuerdos de todos los amigas y amigas, y de las súper fiestas y restaurantes nuevos donde estuvo. Todo por darme envidia, seguro. Espero poder ir pronto pronto... Así que charlando y viendo los oscar resumidos, me acosté tarde. Ayer me levanté muy temprano, para volver a subir a San Sebastián de los Reyes, por una cosa del contrato que había que arreglar. Ir y volver ya es toda la mañana, así que llegué a la Fnac, donde había quedado con Nacho, con la lengua fuera. Estuvimos comprando los regalos para Roberta, que ayer fue su cumple, y luego nos fuimos a comer a un cubano con Pablo. Hablamos de relaciones sentimentales, para variar, y también de letras de canciones, de como se hace una remezcla, de las sesiones de fotos y videos para el disco, del single, de la frase que van a poner esta vez. Cosas como de trabajo, con lo cual Nacho decía que estaba perdiendo el control de su vida, que tenía que hacer muchas cosas. Guapo, le dije, eso se llama trabajar... Ah, y por las cosas que decíamos de las relaciones sentimentales y demás, Nacho declaró que está harto de nosotros, que sólo se quiere relacionar con gente sensata, y mayor, que está rodeado de inmaduros, y que sólo faltaba que volviera Carlos Berlanga, para juntarse con sus cosas al coro de insensatos. Ojalá...
Después de comer me fui corriendo a una conferencia sobre cine de animación por ordenador. Como era un estudio español, pues ya me conocía el proceso. Como, en parte porque estan aprendiendo, en parte porque no hay tanto presupuesto, pero también en parte por que siempre tienen mucha tendencia a la autocomplacencia y poca a la autocrítica...pues producen cosas mediocres. Pero todos hablan con las frase típicas de los making of de Pixar. En fin...Mientras vayan ofreciendo trabajo, no seré yo quien se lo diga a la cara. Pero me jode que en España, en animación, siempre pase lo mismo, todos mirándose el ombligo, y casi nadie se va fuera a ver cómo se pueden hacer mejor las cosas. Empezando por el productor y acabando por el último mono...
De allí salí corriendo a casa a maquearme, y corriendo a la fiesta que montaba Mario Vaquerizo para la presentación de un vodka. Cuando llegué ya estaba todo el mundo medio piripi. Saludé a Mario y a Olvido, que hacía mucho que no les veía y ya les echaba de menos. Como a JoseC, a Jorge, a Orlando y a Josina, que también vinieron. Pablo Sycet se iba cuando llegué, pero aún así, le pude ver. También saludé a Javi y Anthía, que ha dejado a su chulazo.Hay que ser muy cabal para poder dejar a semejante monumento, pero ella, como es guapísima y total , pues se lo puede permitir. Por cierto, vi a Alicia, y si ya en yoga es la mujer más guapa del mundo, no te la imaginas en una fiesta...Estuve hablando con Clara y Mauro, y como yo ya me achispé, pues me fui para Deborah Ombres con Jose Luis, legendario anfitrión de chill outs,y le pedimos que pusiera el vídeo de los Acusicas en al MTV. Dijo que lo ponía el jueves. Qué maja, si lo hace. También vino Silvia Superstar, que me alegra todas las fiestas siempre que la veo, como me pasa con Marta, que me presentó a Ángel, el Vaquerizo que faltaba. Ah, y vino Martín Sastre, espectacular con un cazadora roja como de Michael jackson, y una gafas de sol enorrrmes, y Agustín, mucho más relajado que en la fiesta de ARCO, el pobre... Pinchó Nacho, y luego Olvido, creo que por única vez este año. A mí me encanta como pincha esta mujer, porque empieza popera y acab bakala, y a mí me pierden los subidones. El momento de la noche fue cuando, estando hablando JoseC y yo con Nacho, suena la voz de Alaska en una canción que no conocíamos. Le miramos y él, malicioso, dice ¿Ah? Me voy para la cabina, miro a Olvido y se ríe como haciendo una travesura, y luego Mario me dice Es el nuevo single!!! Se llama Retorciendo palabras, y es la bomba. Es casi bakala, a mí me encanta, y hasta tiene algún trozo Underworld. Mientras bailaba, porque es imposible no hacerlo, le dije a Nacho que se iba a forrar, y él pues claro, dijo "ay,ojalá". Me encanta que nunca esten preparados para lo bueno, me identifico tanto...
Después de esa fiesta, saltamos a unos taxis, y nos fuimos a Chicote, para celebrar el cumple de Roberta, que pinchaba allí. También me reencontré después de muchos días con Juan Flahn, Félix y Dunia, y Luis. Como me vieron más delgado, (comentario recurrente de la noche, por cierto), pues me dediqué a repartir el teléfono del dietista. También saludé a Nico y Elektro, que estaban allí, y nada, a charalr un poquito más, y cunado ya nos echaban, nos metimos las más truperas en un coche, con Javi, Silvia Superstar, y Clara, que me pasé toda la noche riéndome con ella y me han tenido que recordar su nombre, la pobre. En el próximo sarao me lo apunto, y todo, para que no se me olvide. El caso es que fuimos un ratito al Kingston, y ya como que tenía sueño, y para casa, que hoy hay que ir a ver a Spunky.
Me encanta volver a disfrutar de la vida, después de tantos días cerca de un hospital. Suena a tópico, pero es terriblemente cierto, disfruta de cada momento, porque nunca se sabe...
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