lunes, enero 26, 2004

Súper Trúper

La entrada de hoy está dedicada a Mario, porque es una trupera y un amigo maravilloso, y porque su diario es de lo que está mejor escrito en la red. Y porque me da la gana, que ya tocaba que saliera en el mío como se merece. Ea!!
Bueno, también viene justificado por la pedazo de noche que nos echamos el sábado, que fue una risa y un ambientazo y todo arrrte. Pero antes, debo explicar que hice durante el día.Que fue básicamente nada. Quiero decir, me levanté resacoso de la noche anterior, y en ese estado me quedé hasta bien entrada la tarde. Comí un plato de salchichas a la plancha y salteado de verduras Bonduelle ( cuando digo estas cosas, es por Nacho, que le encanta saber las marcas de lo que consume la gente ). Después me volví a tumbar y me tragué Catch Me If You Can, que me encantó. Por el aire cool sesentero, por lo bien que estan los actores, por la clase que tiene Spielberg, y por la imagen de DiCaprio entrando en un aeropuerto rodeado de ocho azafatas a cual más risueña y pizpireta. Y sobre todo porque me encantan las historias de personas que se reinventan a sí mismas, que se crean como ellas consideran que quieren ser, y que se pasan las convenciones sociales y lo que se supone que debe ser Normal por el forrrrro. Vamos, una peli muy recomendable.
Al acabarla, fuí con Edu al Corte Inglés a recoger un regalo de cumpleaños que me hicieron mis padres. Es una plancha eléctrica para cocinar alimentos a la parrilla, como en barbacoa, a l aplancha... Muy sano y también muy recomendable. Saliendo del Corte, a Edu le dió un punto y decidió que se quería ir a Etro a comprarse algo en las rebajas, que este mes había decidido no ahorrar. Mira que a mí me dicen de ir a comprar ropa y voy el primero, y dando saltitos, pero es que precisamente se le ocurre cuando voy cargado con la plancha, que será muy sana y recomendable, pero pesa lo suyo, y le dije que para una vez que le daba el consumismo frívolo compulsivo, qué oportuno, y que yo no iba. La locura transitoria se le pasó, y volvimos a casa.
Después de montar la plancha, que fue un momento, y de pensar un sitio donde guardarla en la cocina, que fue una eternidad, aproveché para leer un rato. Es una biografía de Anthony Blunt, que fue la personalidad más importante de Inglaterra en el campo de la historia del arte desde los años cincuenta. Dirigió un prestigioso instituto de estudios sobre arte,fue el responsable de catalogar y exponer las colecciones reales, sacó al pintor Poussin del olvido con sus estudios,lo ordenaron caballero del imperio británico,... un fiera, vamos. Pero es que además, el señor fue espía para el servicio secreto británico, el MI5 durante la segunda guerra mundial. Y muy de izquierdas en un mundo de lores, reyes y políticos donde lo normal era ( y es) ser conservador. Y además era homosexual. Y si te parece poco, fué contraespia para los rusos durante décadas, hasta que a finales de los setenta, pocos años antes de su muerte, se descubrió todo, y te imaginas la que se lió. Un personaje fascinante, también de los que se reinventaron a sí mismos a pesar de sus orígenes humildes, y con una personalidad poliédrica que te mueres. Pero además el libro toca temas como el de la fascinación que la URSS tuvo en los intelectuales occidentales como respuesta al fascismo, y que les cegó los ojos a todas las barbaridades de Stalin. O de cómo los gobiernos europeos le hicieron el juego a Hitler al principio de llegar al poder. O de cómo abandonaron la legítima Segunda República española a su suerte mientras sabían que Alemania e Italia ayudaban a Franco ( y a éste no le pongo negritas ). Bueno, un libro súper interesante, "en mi humilde opinión". Se llama Anthony Blunt. His Lives y es de Miranda Carter.
Después de cenar fuí al cine, a ver Bon Voyage, que es una mierda insoportable donde todos los actores están mal, se supone que tiene gracia y yo aún la estoy buscando, le sobran como 4 quintas partes de metraje, y me dormí, además queriendo, como por pasar completamente de lo que me estaban contando. Además Isabel Adjani estaba como para darle de leches, con una cara de gilipollas todo el rato, una peluca imposible que además no paraba de menear, y culona y desagradable. Un horror... No la veas, y si la ves, allá tú. Y mira que a mí me gusta el cine francés, y es del director de Cyrano de Bergerac, que la adoro, pero bueno, no se puede acertar siempre...
Menos mal que luego quedé con el truperito y sus amigos, para quemar la noche. Aquí tengo que hacer un ejercicio de memoria, porque conocí a tanta gente, y tan maja, que seguro que me dejo alguno, o le cambio el nombre. En el bar estaban Carmen, que es guapísima y encantadora, su novio Alfredo que anda que no está bueno, Iria, muy muy simpática, Pedrito, al que ya he visto más veces desde entonces, y es un encanto, Rodrigo, un chaval genial con el que me reí un montón y espero volver a ver pronto, y luego llegaron más. Una chica que le llaman la Churri ( sic) , maravillosa que nada más llegar ya consiguió pedirme una sidra, cosa que yo intentaba sin éxito, y Nacho, y Pilar ( que cuenta cosas que sí que tienen gracia aunque yo -oops- le dijera que no me había reído) y Ramón ( se llama así en realidad?), que tiene la sonrisa más amplia que he visto nunca. Incluso apareció la fascinante Roberta Marrero, acompañada de Electro, aunque no se quedaron porque iban a un concierto a Coppelia. Y seguro que me estoy dejando a alguien...De ese bar fuimos a otro que lo lleva una señora mayor que siempre está cansada, y nos pedimos Ribeiro. En medio de brindis efusivos y apareció Irene Prada, a la que conocía de anteriores ocasiones,como aquel concierto de Marilyn Manson,donde me lo pasé tan bien, y que es una niña TOTAL, y Nono, amigo de Carmen, guapo a decir basta y hasta simpático, que mira que ni hacía falta, ni nada, con los looks que tiene. A estas alturas ya dirás que qué pesao, con los piropos, pero es que de verdad que me lo pasé genial, y es que si me conoces, sabrás que no es fácil que me quede con los nombres, soy imposible. Pues para que veas. Nos metimos en el Nasti, otra noche más, y dentro parecía la fiesta de cumpleaños de un amiguito del cole. Lo digo por la cantidad de saludos que repartimos, y la gente conocida. Madrid es como un pueblo, de verdad. Eso a veces carga, pero el otro día era todo un cachondeo. Yo, entre la sidra, el Ribeiro, y los Absoluts, pues no me acuerdo de la música, pero bailé mucho, me reí mucho con Mario, y todo el rato de pique, que, según dice, es la marchita que nos mola.Lo que tú digas, rey ;-))) Pinchaba Carla ,una chica muy maja, que además lleva el Nasti, y es un encanto, y nos invitó a copas (más, ufff). Charlé con Lucas , al que no conocía personalmente, y estuvo muy simpático, y también con Borja , que le mando un saludo porque dijo que me leería...
Quizás deba aclarar que empecé este diario con la intención de hacer un experimento. No quería avisar a nadie, y ver cuánto tardaba, vía los seis grados, en llegar a alguien conocido. No contaba con el gusanillo que me impulsó a comentárselo a algunos, ni con la borrachera de ayer que me hizo decírselo a mogollón de gente.Lo que pasa que tampoco eran de mi círculo más cercano. A los próximos, he decidido no decírselo, para ver cuánto tardan en encontrarlo. Así que si me conoces y no te lo he dicho, es por eso, no te enfades..... Por si acaso...
En fin, que cuando se encendieron las luces nos fuimos a casa, que ya era hora. Una noche genial, aunque el domingo no me levanté ya con resaca, sino directamente pedo. Parezco un adolescente.

Bueno, hoy me ha quedado como muy social, con mucha negrita. menos mal que he descartado lo de las iniciales para los nombres, por que días así parecería escrito en élfico, o algo así, con tanta letra suelta.Próximamente, todo sobre la noche en plan travesti...